Por Sajhid Domínguez
¿Quién es?, ¿De dónde salió?, ¿Es colombiano, pero estaba en Brasil? ¿Es “bielsista”? pero quizá la pregunta que más nos hemos hecho los fanáticos del Tri, es ¿Quién diablos es Juan Carlos Osorio?
Seguramente usted, amable lector ya leyó mil veces en wikipedia la biografía de este nuevo personaje del que estaremos hablando en nuestra vida cotidiana y es que ser el técnico de la selección mexicana de fútbol, te convierte en automático en enemigo o amigo, según sea la circunstancia, de cerca de 100 millones de paisanos, más todos los que odien esta semana a Donald Trump.
Y en estos últimos días, he leído toda clase de posiciones; unos a favor, otros en contra y otros que siguen extrañando a Miguel Herrera y su Movistar. En lo que todos coinciden, es que la contratación de este estudiado profesor graduado en Estados Unidos y hecho en el Manchester City, es una apuesta arriesgada, sobre todo a pocos meses del primer filtro para las eliminatorias mundialistas.
Para los más jóvenes que hacen favor de leer estas líneas, les cuento que allá por los no muy lejanos años noventas, se armó una situación similar, cuando trajeron ni más ni menos que a Cesar Luis Menotti, sobreviviente del viejo “fútbol romántico” y campeón del mundo.
Lo del argentino fue una bomba en aquellos lejanos tiempos y según cuentan, el Mister revolucionó el fútbol mexicano empezando por la cabeza de los jugadores, después cuando empezó la presión de tener que alinear a los cuates, a los ahijados, hacer comerciales y salir con Chabelo …Menotti dijo adiós.
En esta era de smartphones, tablets, apps y fútbol digital, Juan Carlos Osorio aún carga una pequeña libreta muy similar a la que usaban los reporteros de mis tiempos, anota muchas cosas y no se la enseña ni a su esposa ni a sus dos pequeños hijos que lo han acompañado desde Estados Unidos, pasando por pasantías con Van Gaal y con Guardiola, hasta el macabro fútbol colombiano y de ahí a la vorágine del balompié paulista.
No sé quién diablos sea Juan Carlos Osorio, no sé si llegará al Mundial, no sé si será amigo de Decio, pero de lo que si estoy seguro, es de que este tipo no usará Movistar ni se peleará con Martinolli.
(Fuente deporte por dentro)