La tradición de las cenas-baile, populares en décadas pasadas, ofrecía una experiencia festiva única durante las celebraciones de Nochebuena y Año Nuevo, con menús especiales, música en vivo y baile en emblemáticos lugares como el Palacio de Iturbide y restaurantes históricos de la Ciudad de México. Surgida en Estados Unidos, esta costumbre se extendió a México, donde se adaptó al marco de festividades locales. En los años 30 y 40, estos eventos incluían cenas elegantes, orquestas reconocidas y precios accesibles, aunque también había opciones más exclusivas.
Con el tiempo, las cenas-baile perdieron popularidad frente a nuevos estilos de música y entretenimiento como el rock and roll, marcando el inicio de las discotecas y clubes nocturnos. Hoy, estas cenas son un recuerdo nostálgico de una época de elegancia y celebración social.