Actualmente, el aeropuerto opera únicamente con vuelos privados que transportan turistas nacionales e internacionales, recibiendo cerca de 1,000 pasajeros al año. Sin embargo, con el apoyo de instituciones como Sefoet, Sefotur, Coparmex y Canaco, además de la empresa operadora Servicios Aéreos Ciclo, el recinto busca posicionarse como un polo estratégico comercial y turístico en la conectividad aérea hacia el Mundo Maya y la Riviera Maya.
El empresario Jordy Abraham Martínez destacó que la ubicación del aeropuerto, a solo 10 minutos de la zona arqueológica de Chichén Itzá y a menos de dos horas de los principales destinos turísticos de Quintana Roo, lo convierte en una alternativa atractiva para turistas y operadores.
El plan incluye alianzas con promotores de turismo y aerolíneas de Centroamérica, el Caribe, México y Estados Unidos, con la intención de incrementar la afluencia de pasajeros y consolidar a la región oriente de Yucatán como un punto clave en el mapa turístico.
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Esta expansión ocurre en un panorama de crecimiento regional. El Aeropuerto Internacional de Tulum, por ejemplo, celebró su primer aniversario superando las expectativas con más de un millón de pasajeros y 8,500 operaciones aéreas en 2024, según datos recientes.
Con estas estrategias, el Aeropuerto de Chichén Itzá se perfila como un nuevo jugador en la dinámica de conectividad del sureste mexicano, ofreciendo una puerta directa al patrimonio cultural y natural de la región.