La tranquila vida en la ciudad de Pasadena (Los Ángeles) cambió súbitamente cuando los pobladores sintieron el calor de las llamas a escasos metros de sus hogares, algo que nunca habían experimentado, por lo que tuvieron que dejar todo para salvar su vida.
«Habíamos pasado incendios, pero no tan cercanos como el día de hoy. Este es el que más cerca ha estado y el que más miedo me ha dado», comentó Rocío Valles, desde la seguridad de un hotel lejos del incendio. «Nos tocaba que hubiera incendios en las montañas, de donde estamos cerca, pero no tan grave como este», añadió.
«Estamos un poquito asustados, pero ya más tranquilos porque ya estamos fuera de peligro. Aunque también preocupados por tener todo acá. Imagínate perderlo todo, aunque lo material es lo de menos pues tomó muchos años construir todo y de repente que se vaya todo… pero estamos a salvo», se sinceró en entrevista para MILENIO.
Ella junto a su esposo, su hijo y su nuera tuvieron que salir de casa a primera hora del miércoles, tras una noche de incertidumbre en la que no pudieron conciliar el sueño.
«Yo estaba sola en mi casa, me dio mucho miedo porque había mucho aire y se empezaron a volar todos los techos de los departamentos. La calle quedó tapizada con los techos de las casas, desde ahí empezó el miedo y la incertidumbre por qué iba a pasar», recordó.
Rocío Valles cuenta que todo comenzó con una tormenta de viento, como la que suele haber todos los años, pero de un momento a otro las llamas alcanzaron la ciudad.
«Me fui a mi recámara que está un piso arriba y me asomé por la ventana, ahí fue cuando vi el incendio. Me di cuenta de que estaba muy cerca de la casa, y lo estuve monitoreando, tomé videos y dije ‘esto no me está gustando’. Tenía muchos nervios e incertidumbre, porque cuidaba el lado de la puerta y el lado de la ventana. Mi esposo estaba trabajando, mi hijo también estaba fuera de casa, entonces le hablé a mi esposo y le dije «ven porque esto ya no me está gustando», relató.
Así vivieron los primeros momentos del siniestro, cuando todavía no estaban conscientes de la magnitud que había alcanzado. No obstante, la preocupación por sentir el calor de las llamas y el olor del humo iba en aumento.
«Fue una noche de no dormir, de estar al pendiente, tanto de un lado como de otro. Teníamos la incertidumbre de que si algo pasaba teníamos que usar la salida de emergencia, porque como afuera estaba lleno de los techos de las casas pues era peligroso», lamentó.
Al principio la familia Valles no sabía qué tan seguro era permanecer en su domicilio, pues no había mensajes claros de la autoridad, pero el humo comenzó a colarse entre las puertas cerradas.
«Anoche nos llegó un mensaje para que estuvieramos alerta a la evacuación. Pero a las 5 de la mañana nos llegó alerta de que teníamos que salir. En este punto el olor del humo ya estaba en la casa, aunque teníamos todo cerrado ya había humo dentro. Entonces teníamos que evacuar, porque llegó un momento en que no aguantaba el olor del humo», informó.
Explosiones y humo
Durante la madrugada del miércoles, tras horas de incertidumbre, era necesario salir de casa; el problema era saber a dónde. La familia decidió no llegar al refugio comunitario porque usualmente están abarrotados, sin contar que estaba relativamente cerca de las llamas y corrían el riesgo de ser evacuados de nuevo si se quedaban ahí.
«Había patrullas en el estacionamiento de los departamentos para ordenar evacuación inmediata. Además empezamos a escuchar explosiones, que eran de gasolinerías de la zona. Imagínate si hubiera alcanzado alguna casa, aquí todas funcionan con gas», contestó Rocío Valles.
Para ese momento Rocío no se había dado cuenta de la magnitud del incendio más allá de su ciudad, sólo estaba enterada de que «había muchos carros quemados y personas quemadas».
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«Nos estamos informando por lo que transmiten por TikTok, porque ni las noticias ni otro medio nos ayudan. Nosotros nos estamos dando cuenta por TikTok de cómo está avanzando… Afortunadamente donde estamos ahora nos divide una avenida, de ahí para abajo donde yo vivo no ha pasado el incendio. Pero del otro lado hacia arriba está un desastre», recordó.
Incertidumbre por el futuro
Afortunadamente, tanto Rocío como su familia pudieron alejarse del fuego… pero todavía está por verse hasta cuándo podrán regresar a casa, y cuál será el panorama que encontrarán.
«Tenemos la tranquilidad de que estamos seguros, ya todo lo demás va a venir y se va a dar. Aunque cada quien se va a tener que rascar con sus propias uñas. Pero por ahora estamos preocupados, estamos asustados y lo que queremos es salir adelante. No tenemos cabeza para ver otras cosas», comentó.
Rocío Valles y su familia se mantienen con buena actitud ante una situación inesperada, tan delicada que los hace agradecer seguir vivos y juntos.
«Por ahora no podeos hacer nada, tenemos que esperar hasta que ceda todo el incendio para ir a dar una vuelta y ver cómo quedaron las casas y todo por allá. Tenemos la incertidumbre de cómo va a quedar todo», concluyó.
FUENTE: MILENIO