En general, el género de horror basado en tortura tiende a ser de nicho, atrayendo a audiencias específicas. Sin embargo, El juego del calamar rompió con esta tendencia gracias a una idea innovadora y una ejecución impecable.
La segunda temporada de la serie se alejó de los juegos sangrientos para centrarse en temas más amplios, como la idea del libre albedrío. Aunque este concepto se abordó brevemente en la primera entrega, la segunda lo desarrolla más a fondo, incorporando una votación después de cada juego mortal.
Estas mismas temáticas de elección y su ausencia están presentes en otro thriller poco reconocido: The 8 Show, el cual explora de manera similar la brutalidad del sistema capitalista. Con una propuesta igual de inquietante, esta serie coreana es perfecta para quienes quedaron fascinados por El juego del calamar y busca profundizar en la tensión psicológica de un entorno de tortura y competencia.
The 8 Show vs. El juego del calamar
A primera vista, las similitudes entre ambas series son evidentes: juegos retorcidos y sangrientos, participantes motivados por la necesidad de dinero, y una marcada división de clases. Sin embargo, lo más interesante es la forma en que ambos programas exploran la participación voluntaria y las divisiones que esta genera.
En The 8 Show, ocho participantes ingresan a un edificio donde, sin saberlo, eligen el piso de su habitación, lo que determina cuánto dinero ganan por minuto en un orden ascendente. A medida que descubren las reglas misteriosas de este lugar, el enorme temporizador en el área común adquiere un papel crucial.
El reloj de The 8 Show actúa como la versión del sistema de votación en El juego del calamar, ya que los jugadores pueden ganar más horas para permanecer en el juego y acumular más dinero. Mientras que El juego del calamar crea tensión al mostrar las votaciones con cada destello de azul o rojo, en The 8 Show el reloj es un recordatorio constante de la decisión de quedarse. La incapacidad de escapar mientras las horas aumentan y, a la vez, disminuyen, genera una atmósfera visceral, especialmente cuando algunos participantes quieren abandonar el juego.
The 8 Show y la brutalidad de un sistema basado en clases
Lo que realmente hace que The 8 Show sea fascinante es cómo amplía la teoría de la elección al implementar un sistema de clases basado en los ocho niveles del edificio. En la cima está la psicótica 8F (Chun Woo-Hee), quien controla los recursos como una «élite», mientras que 3F (Bae Jin-su), el protagonista aparentemente apático, representa a la clase media, y 1F (Bae Seong-woo) carga con las esperanzas y el peso de las masas más pobres.
Estas distinciones, inquietantemente claras, exponen las implicaciones más morbosas de este sistema a medida que la serie avanza con un ritmo tenso y psicológico, manteniéndonos enganchados en cada giro narrativo.
El sistema capitalista se presenta aquí en su forma más extrema y despiadada, enfatizado por los colores vibrantes y casi infantiles del entorno, en contraste con las escenas retro del mundo exterior. Al igual que El juego del calamar, el director Han Jae-Rim utiliza este choque entre lo lúdico y lo sangriento para crear un ambiente desconcertante que magnifica las realidades de nuestra sociedad.
Mientras The 8 Show avanza hacia un impactante giro final, la inquietante idea de estar atrapados en este sistema económico, incluso en entornos ficticios, convierten a este thriller en una experiencia que vale la pena explorar.
FUENTE: INFOBAE