El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) estableció un mecanismo de protección para las comunicaciones de los usuarios, en el supuesto de que su proveedor de telefonía e Internet móviles deje de prestar esos servicios por situaciones de renuncia de concesión o quiebra financiera.
La resolución, en favor de los consumidores, está dirigida a los concesionarios mayoristas y minoristas de servicios móviles.
Los operadores móviles virtuales son compañías que compran capacidad de datos móviles a los operadores tradicionales como AT&T y Telcel, y también a la red mayorista de Altán Redes, para revenderlos luego en distintos paquetes a los consumidores finales.
Los operadores móviles virtuales realizan inversiones más enfocadas en la personalización del servicio, porque por su propia naturaleza, las inversiones al desarrollo de infraestructura básicamente las realizan los operadores de red como Telcel, Altán y AT&T.
La resolución del IFT significa entonces que si un operador móvil virtual como, por ejemplo, Virgin, Weex o Vasanta, sale del mercado por una situación que ponga fin repentino al servicio que recibe el usuario final, será entonces el operador mayorista, como pueden ser Altán Redes, AT&T y Telcel, el que prestará atención al consumidor durante cuarenta días naturales y para que éste cuente al menos con llamadas de emergencia, y en tanto es migrado hacia otra compañía celular.
Esta determinación fue tomada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones, después de que 110,442 consumidores quedaron al garete con sus servicios móviles tras la salida del mercado, en algunos casos, repentina de siete operadores móviles virtuales.
Esto, porque entre el 15 de agosto de 2018 y el 30 de noviembre de 2022, esas siete compañías móviles virtuales salieron del mercado mexicano y dejaron sin servicio a este número de usuarios. Se trató entonces de las telefónicas Cierto, Compartfon, Maz Tiempo, Simpati, Simplii y Six Móvil.
En adelante, las compañías consideradas como operadores móviles virtuales que estén por abandonar el mercado móvil mexicano, deberán notificar anticipadamente y vía escrita al IFT sobre esa intención. En dicho documento, el operador deberá informar el número de usuarios que pronto dejarán de recibir el servicio, para que éstos puedan ser atendidos por el operador mayorista y en tanto los usuarios optan por otra marca de servicio.
El operador también deberá informar al usuario, vía SMS, sobre el plazo que todavía estarán vigentes las funcionalidades de comunicación, para que éstos puedan hacer uso de la Portabilidad Numérica, si fuera ese su interés, pues llegado el plazo su línea telefónica quedará desactivada.
A su vez, el operador mayorista deberá avisar al usuario, a través de mensaje de texto y dentro de los 10 días hábiles posteriores a la salida del proveedor anterior, sobre la posibilidad de cambiarse de marca telefónica dentro de la misma red, por ejemplo, de BAIT a Vasanta, que operan dentro de la red de Altán.
Los operadores mayoristas podrán un mismo SMS dentro de los veinte días hábiles y uno último a las 72 horas previas a la desactivación definitiva de la línea telefónica, informó el IFT.
“La cantidad de operadores móviles virtuales ha tenido un crecimiento importante y ha permitido una diversificación en las opciones que tienen los usuarios finales para escoger al proveedor de servicios de telecomunicaciones (…) No obstante, si bien la cantidad de operadores móviles virtuales que entran al mercado presenta un incremento año con año, pasando de un promedio de entre seis y siete en 2014 a 2019, a ser un promedio de 53 que iniciaron operaciones entre 2021 y 2022, los datos también señalan que diferentes operadores móviles virtuales han dejado de prestar servicios a sus usuarios en los años recientes”, dijo el IFT.
“Casos como el de Simpati, quien notificó al IFT sobre el cese de la prestación de servicios, y la renuncia de su autorización o Yo Mobile, que dejó de prestar servicios de telecomunicaciones durante 2022, establecen antecedentes para una situación que podría afectar a los usuarios finales, además de la pérdida de líneas móviles para el sector de telecomunicaciones”, agregó la autoridad.
FUENTE: EL ECONOMISTA