La cantidad de huevos que podamos consumir estará también determinada por el resto de nuestra dieta y de si practicamos ejercicio, en cuyo caso añadiremos más proteína
¿Es sano comer huevo? ¿Cuántos podemos comer? ¿Cada día? ¿Cada semana?
En este artículo te aclaramos todas las dudas sobre el huevo, un alimento natural, nutritivo y muy saludable, que sin embargo debemos aprender a comer para beneficiarnos de todas sus propiedades.
Huevos ecológicos
Las condiciones en las que viven y se alimentan hoy en día a las gallinas son lamentables, y eso repercute en la calidad de los huevos que compramos. Por eso recomendamos elegir los que sean de granja o ecológicos, que nos aseguren que son fruto de gallinas que se han criado en libertad con unas condiciones mínimas saludables. Basta con comparar dos huevos, uno convencional y uno ecológico, para ver que el tamaño, el color y el sabor cambian mucho.
Entonces, ¿cuántos?
No todas las personas necesitan consumir la misma cantidad de huevos, pero podemos decir que la recomendación es de aproximadamente entre tres y cinco huevos por semana.
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- Por ejemplo, una persona que consuma poca carne o pescado puede comer más huevo para aportar la cantidad de proteína que el cuerpo necesita.
- Una persona que realice mucho ejercicio físico puede consumir más huevo, especialmente la parte de la clara, que es rica en proteína.
- Una persona con sobrepeso deberá limitar la cantidad de yemas, ya que es la parte más grasa del huevo.
Valores nutricionales
El huevo es un alimento tiene un gran valor nutritivo.
Es muy rico en proteína de alta calidad biológica, lo cual significa que contiene todos los aminoácidos esenciales que nuestro organismo necesita.
Contiene vitaminas del grupo B (B1, B3, B12, ácido fólico y biotina), A, E y D.
Contiene minerales como el magnesio, el potasio, el selenio, el zinc, el fósforo o el hierro.
La mayoría de los componentes se encuentran en la yema, si bien la clara es la que contiene principalmente la proteína.
Finalmente, el huevo es un alimento más bien alcalino, lo cual es un factor muy positivo teniendo en cuenta que en general tendemos a acidificarnos. Pero por otro lado esa virtud se pierde si lo cocinamos frito o con dulces.
La manera de cocinarlo
El huevo ofrece múltiples posibilidiades en la cocina. Podemos cocinarlo:
- Cocido: lo más saludable es cocerlo durante un minuto y dejarlo reposar en el agua caliente, para evitar que adquiera el color grisáceo de la yema y el característico aroma azufrado.
- Frito: siempre con aceite de oliva o de coco, de primera presión en frío.
- Escaldado o pasado por agua (poca cocción)
- Tortilla: de patata, de calabacín, de berenjena, de espinacas, etc.
- Revuelto: de setas, de ajos tiernos, etc.
Además, también se suele usar como ingrediente en rebozados, postres y dulces, pasteles salados, etc. También debemos tener en cuenta estos platos a la hora de valorar la cantidad de huevos que comemos.
Podemos finalmente rallarlo y añadirlo en ensaladas u otros platos fríos o bien rellenarlo con mayonesa, atún, gambas, etc.
Curiosidades
- La yema del huevo es uno de los pocos alimentos que contiene vitamina D, la cual es imprescindible para asimilar el calcio, y que obtenemos también tomando el sol
- El huevo contiene nutrientes que ayudan a prevenir la salud ocular, concretamente de cataratas y la degeneración macular
- Gracias a su contenido en selenio y zinc, el huevo nos ayuda también como cosmético, ya que colabora en la formación del tejido de la piel, cabello y uñas.
- En algunos países los huevos tienen un código numérico escrito en la cáscara que nos permite saber cómo han sido criadas las gallinas. En España, por ejemplo, el primer dígito nos da esta información. Si es un 0 es un huevo, mientras que a medida que se acerca al 4 su cría es cada vez más industrial y menos saludable.
Fuente: Mejor con salud