A sus 45 años, Cancún tiene una historia con personajes de novela. El ingeniero Daniel Ortiz Caso, que fue de los primeros profesionales en pisar los terrenos de lo que sería Cancún no olvida una fecha: fue el 12 de marzo de 1970 cuando conoció a José García de la Torre, recién nombrado superintendente de las obras de lo que entonces se conocía con un nombre genérico y que tenía mucho de misticismo y utopía: “Proyecto Cancún”.
El 27 de julio de 1984, en el homenaje póstumo que el Cabildo de Benito Juárez le rindió a García de la Torre, Ortiz Caso se dirigió a los regidores y a los asistentes, muchos de los cuales eran pioneros. “Recordarán algunos de ustedes las circunstancias por los que pasaba el proyecto en aquel entonces: una selva apenas abierta, un paquete de planos en la ciudad de México, carencia total de medios en la zona y un gran escepticismo en las distintas entidades oficiales que deberían dar el apoyo a los creadores de esta idea de fundar una ciudad turística en el Caribe mexicano”.
Ortiz Caso dijo que se requería de una persona con capacidad de liderazgo, “una persona fuera de serie” para manejar no sólo los problemas técnicos del proyecto en ciernes, sino con el talento para manejar a cientos de personas de todos los niveles sociales provenientes de diferentes lugares, así como las dificultades de suministro de todo tipo de insumos.
Queda claro que si García de la Torre hubiera querido incursionar en la actividad política hubiera tenido un gran éxito, tanto por su reconocido liderazgo comunitario como por su firmeza y su don de gente. Sus amigos lo recuerdan porque, concluida su encomienda laboral en el Consorcio Caribe, siempre los reunía para conversar y hacerlos partícipes de sus proyectos e iniciativas personales de negocios.
El alcalde Joaquín González Castro no perdía detalle de lo que decían los amigos de García de la Torre. Era la historia de esta joven ciudad la que se estaba tejiendo con la palabra del afecto, con la brisa de la amistad. Ortiz Caso concluyó su intervención así: Es muy justo el homenaje que usted señor Presidente Municipal encabeza; nosotros, los que siempre nos consideramos amigos de Don Pepe García de la Torre, le agradecemos la oportunidad de hacer públicos nuestros sentimientos y de reiterarnos a nosotros mismos que tenemos sus instrucciones, sus consejos y su ejemplo para seguir adelante.