Si el Papa muere, cómo eligen al sucesor: esto es el cónclave
Ante el estado crítico de salud del Papa Francisco todos están al pendiente del posible proceso de elección
El médico del Papa Francisco indicó que, aún está delicado de salud, pues a pesar de que responde a la terapia, no es un triunfo sobre la enfermedad que aqueja al Pontífice, explicó que el paciente “está respondiendo a las terapias, que se han reforzado pero no modificado”.

El Papa, de 88 años, lucha contra una enfermedad crónica que persiste. No está conectado a ningún aparato, respira espontáneamente. De vez en cuando tiene ataques de asma y cuando es necesario necesita un poco de oxígeno, indicaron, que hay que combatir la infección porque “el riesgo real es que los gérmenes pasen a la sangre”.
Pontífice es consciente de la situación y, dicen los médicos, pide que se exponga de manera transparente el cuadro clínico, Bergoglio permanecerá en el hospital hasta que ya no sea necesario administrar terapias hospitalarias.
Ante ello, es posible que los cardenales se estén preparando para que se registre su muerte y con ello se lleve a cabo un cónclave, un proceso del cual pocos saben, pues está lleno de misterio debido a que se lleva a puerta cerrada y no tiene un límite de tiempo, es decir, los sacerdotes podrían pasar días encerrados hasta que se haya hecho una elección unánime.
Leer: EL PAPA FRANCISCO ES HOSPITALIZADO EN ROMA POR BRONQUITIS QUE LE DIFICULTA RESPIRAR
¿Qué es un cónclave?
Es uno de los eventos más importantes de la Iglesia católica y se trata de un suceso en el que todos los cardenales del mundo viajan al Vaticano para elegir al nuevo Papa.
Tras la muerte del Papa, el protocolo indica que se debe dar un periodo de 20 días para organizar y convocar al cónclave, donde se eligirá al próximo líder supremo de la iglesia católica.
Para que la elección del Papa sea válida se deben seguir ciertas reglas dentro del cónclave:
El Papa deberá ser elegido con un mínimo de dos tercios de los votos de los Cardenales electores, con voz y voto; ya que algunos, por edad, sólo tienen voz y no voto. Todos los Cardenales son convocados a participar, a menos que alguno de ellos esté impedido.
El proceso ocurre en varias sesiones. Una vez que culmina una votación, se realiza la quema de las papeletas.
Si se cumple con el número de votos, hay un sucesor y se anuncia con el humo blanco.
Si no se alcanzan los votos requeridos, saldrá humo negro.
Hoy en día, luego de que el propio Papa Francisco modificara el documento Universi Dominico Gregis, donde estipuló que solo habrá 120 cardenales electores, y también hay un mínimo para que puedan elegir, indicó el semanario Desde la Fe.
Además aunque no hay un documento que lo ordene, se hace en la Capilla Sixtina por tradición, aunque ha habido ocasiones que en las que se ha realizado en un lugar diferente.
El último celebrado en tales circunstancias tuvo como escenario a Venecia, en marzo de 1800, tras la muerte del Papa Pío VI. Fue un hecho curioso y destacado en muchos aspectos; ese pontífice falleció tras un prolongado reinado en Francia, donde era prisionero de Napoleón Bonaparte.
Su funeral fue el primero en ser presidido por un sucesor; en este caso, el Papa Pío VII. Ocurrió en el mes de febrero del año 1802. Se trató de un funeral solemne y se realizó en la Basílica de San Pedro.
Origen del cónclave
La palabra cónclave deriva de la conjunción de dos términos latinos y tiene un origen peculiar: desde el punto de vista etimológico, corresponde a la suma de cum (con) y clavis (llave); es decir, algo equivalente a “bajo llave”.
El término deriva de la curiosa práctica de aislar a los Cardenales (únicos electores), literalmente encerrados “con llave” (aislados) para asegurar una buena y rápida elección, libre de interferencias, distracciones, presiones u obstáculos.
El origen del Cónclave en la Iglesia Católica se remonta al siglo XIII. En aquel entonces, las asambleas de elección para designar al nuevo Papa se podían prolongar durante meses o incluso años. En efecto, hubo casos en los que un Cardenal se moría en ese extenso periodo de tiempo.
Se comenzó a designar de ese modo (Cónclave) a partir del siglo octavo, cuando tras la muerte de Clemente IV, el trono de San Pedro quedó en sede vacante por un período superior a dos años, casi tres.
Fue en tal contexto que el entonces gobernador de Viterbo, en Italia, decidió encerrar a los Cardenales responsables de la elección, hasta que se obtuviera un sucesor. Más tarde, la dura medida se convertiría en ley en el II Concilio de Lyon, con la firma del Papa Gregorio X, dos años después de su elección como Papa (1272).
Fuente la prensa