Desde el pasado 26 de febrero, más de 400 mil alumnos de educación básica en Quintana Roo continúan sin asistir a clases debido al paro indefinido de los maestros, quienes mantienen su lucha en contra de la reforma a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Esta reforma, promovida por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha generado un conflicto que afecta principalmente a los estudiantes, quienes ya presentan un atraso de dos semanas en sus guías de estudio.
El abandono de los planteles educativos es evidente, y el escenario se ha vuelto desolador. La falta de actividades académicas ha dejado las escuelas vulnerables, hasta el punto de que delincuentes han aprovechado la ausencia para robar equipos electrónicos y materiales de oficina.
A pesar de las múltiples solicitudes de los padres de familia para que se reanuden las clases mientras continúa el diálogo entre maestros y autoridades, no ha habido una respuesta positiva. Los docentes, aunque comprenden la preocupación de los padres, han priorizado su lucha contra las reformas legislativas federales, y siguen sin ceder ante las presiones para volver al aula.
La gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, intervino este lunes una reunión clave con el Comité de Lucha del magisterio, en la que se podría definir si el paro indefinido llega a su fin o si continuará. Mientras tanto, las afectaciones siguen creciendo, y se espera que la intervención directa de la mandataria estatal pueda ayudar a resolver la situación.
La secretaria de Gobierno, Cristina Torres Gómez, y la titular de Educación, Elda Xix, ya intentaron negociar con los maestros sin éxito, lo que dejó la resolución en manos de la gobernadora. La preocupación principal ahora es evitar que los estudiantes sigan siendo víctimas de esta lucha política, que podría prolongarse aún más si no se alcanza un acuerdo entre las partes involucradas.
FUENTE: PROCESO