Un recrudecimiento de las tensiones entre Francia y Argelia se hizo sentir este lunes, luego de que el ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, declarara que su antigua colonia había ordenado la salida de 12 funcionarios franceses en un plazo de 48 horas, y advirtió que Francia tomaría represalias inmediatas si eso ocurría.
El mismo funcionario aseguró que el anuncio está relacionado con la detención de tres ciudadanos argelinos en Francia.
Entre los 12 funcionarios que serían expulsados se encuentran algunos miembros del ministerio francés del Interior, según una fuente diplomática.
«Pido a las autoridades argelinas que abandonen estas medidas de expulsión», declaró Barrot, y añadió: «Si se mantiene la decisión de expulsar a nuestros funcionarios, no tendremos más remedio que responder inmediatamente».
No hubo confirmación inmediata de Argelia sobre una expulsión inminente.
Por ahora, pese a la tensión, fuentes diplomáticas francesas afirmaron que «se mantienen los contactos» y que París desearía «volver a una distensión» con Argelia. Incluso, a principios de abril, Barrot visitó Argelia tras meses de situaciones que habían llevado a los dos países al borde de una ruptura diplomática. Tras reunirse con el presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, Barrot declaró que ambos países deseaban «reconstruir una asociación entre iguales».
¿Qué relación tiene esta acción con el secuestro del influencer ‘Amir DZ’?
El viernes, la fiscalía francesa imputó a tres ciudadanos argelinos, uno de ellos un funcionario del consulado, por su presunta implicación en el secuestro —que duró un día— de Amir Boukhors, un opositor al régimen argelino. El hecho ocurrió a finales de abril de 2024 en un suburbio de París.
Boukhors, de 41 años, conocido en redes sociales como ‘Amir DZ’, es un influencer con más de un millón de seguidores en TikTok, que vive en Francia desde 2016 y que tiene asilo político desde 2023. Según su abogado, la figura pública ha sido objeto de dos atentados: en 2022 y en 2024, el día de su secuestro.
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Argel exige el regreso del influencer para ser juzgado, tras haber emitido nueve órdenes internacionales de detención contra él por acusaciones de fraude y delitos de «terrorismo», pero Francia se ha negado a extraditarlo.
Al enterarse de que uno de sus funcionarios consulares fue inculpado por Francia por este hecho, el gobierno de Argelia tomó una medida diplomática seria convocando a su embajador en París.
El sábado, el ministerio argelino de Asuntos Exteriores denunció «argumentos podridos» del ministerio francés del Interior y criticó una «conspiración judicial inaceptable», en referencia a la detención de su agente consular.
El mismo ministerio advirtió que el incidente causaría «un gran daño a las relaciones argelino-francesas».
Más desacuerdos latentes
Las relaciones de Francia con su excolonia han sido complicadas durante mucho tiempo, pero empeoraron el año pasado cuando el presidente francés, Emmanuel Macron, enfureció a Argelia al respaldar la posición de Marruecos sobre la disputada región del Sahara Occidental.
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Y Argelia detuvo en noviembre al escritor franco-argelino Boualem Sansal por cargos de seguridad nacional, después de que declarara a un medio de comunicación francés de extrema derecha que el territorio de Marruecos había sido cedido en favor de Argelia durante el dominio colonial francés. En marzo, un tribunal argelino lo condenó a cinco años de cárcel.
Aunque Francia ha amenazado incluso con revisar el acuerdo de 1968, que facilita la migración de ciudadanos argelinos a Francia, la semana pasada, Barrot había dicho que las relaciones estaban volviendo a la normalidad después de una visita a Argelia.
El último repunte de las tensiones desató las críticas de los políticos de derechas en Francia: «Brillantes resultados de la estrategia de apaciguamiento de Emmanuel Macron», dijo Jordan Bardella, jefe del partido de extrema derecha Agrupación Nacional, en X, denunciando lo que llamó las «postraciones» de Barrot en Argelia.