Aunque solemos pensar que todos los perros son amigables y sociables por naturaleza, la realidad es distinta. Algunos perritos muestran incomodidad, miedo o incluso agresividad ante otros animales o personas.
Esto no significa que estén “mal educados” o que sean malos, sino que hay razones profundas que explican este comportamiento. Conocerlas es el primer paso para ayudar a tu perro a vivir una vida más equilibrada y feliz.
De acuerdo con el PAW Report 2024, elaborado por la organización veterinaria británica People’s Dispensary for Sick Animals (PDSA), 60% de los veterinarios han observado un incremento en problemas de comportamiento.
“La falta de socialización, el miedo, el dolor físico no diagnosticado o incluso una nutrición deficiente pueden influir directamente en el comportamiento de los perros. Pero es importante dejar claro: un perro que no se lleva bien con otros, no es un perro malo. Solo necesita guía, paciencia y condiciones adecuadas para sentirse seguro”, explica la Dra. Andrea Bernal, Médica Veterinaria Nutricionista de Maka Recetas.
¿Qué significa que un perro no sea “pet friendly”?
El térmito «pet friendly» se ha popularizado en los últimos años y muchos tutores de mascotas creen que los perros son «sociables por naturaleza» y más con la romanización de la convivencia entre nuestros amigos de cuatro patas.
Sin embargo, cuando no es el caso significa que el perro no se siente cómodo o seguro en presencia de otros animales.
En lugar de jugar o socializar, muestra señales de miedo, incomodidad o incluso agresividad. Las causas más comunes de este comportamiento incluyen:
Falta de socialización temprana durante la etapa crítica (entre las 3 y 14 semanas de vida).
Experiencias traumáticas o negativas con otros perros.
Problemas de salud, ansiedad o dolor físico que afectan su tolerancia.
Falta de límites claros o protección excesiva de recursos, como juguetes o comida.
Los perros adoptados de refugios o situaciones de calle son especialmente propensos a este tipo de comportamiento. El PAW Report señala que 31% de los perros rescatados tienen el doble de probabilidades de mostrar miedo.
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¿Cómo identificar señales de que tu perro no es sociable?
Detectar estas conductas desde una etapa temprana puede prevenir reacciones indeseadas y mejorar su calidad de vida. Algunas señales de alerta incluyen:
Evitar el contacto visual o físico con otros animales o personas.
Mostrar tensión corporal, gruñidos, ladridos excesivos o intentos de morder.
Sobreexcitación o inseguridad en lugares nuevos.
Falta de respeto por las señales sociales de otros perros (como ignorar advertencias o invadir el espacio personal).
¿Qué errores debemos evitar?
Con buena intención, muchos tutores cometen errores que empeoran el problema:
Forzar la interacción con otros perros.
Gritar o jalar la correa bruscamente.
Regresar al parque o entorno social tras un mal episodio, sin preparación previa.
Recuerden siempre llevar a sus perros con correa en cualquier espacio público. Estas acciones pueden aumentar el estrés y generar asociaciones negativas permanentes.
“En lugar de castigar, hay que observar las señales, reforzar con cosas positivas como premios o caricias, y, si es necesario, acudir con un educador canino certificado”, aconseja la Dra. Bernal.
La alimentación también influye
La Dra. Bernal destaca un aspecto muchas veces ignorado: la dieta del perro tiene un impacto directo en su estado emocional.
“Una dieta deficiente puede generar ansiedad, irritabilidad o debilidad. Las croquetas de alta calidad, con proteínas de fácil digestión, prebióticos y ácidos grasos esenciales, ayudan no solo al sistema digestivo, sino también al sistema nervioso del perro”.
¿Qué hacer si mi perro no es sociable?
La clave está en romper el estigma de que todos los perros deben comportarse como “animales sociales por naturaleza”. La Dra. Bernal lo resume de forma clara:
“Hay que romper con el estigma de que los perros deben estar en manada. No todos los perros serán sociables, y eso no los hace menos valiosos. Comprenderlos desde el respeto y la empatía es el primer paso para ayudarlos a vivir mejor”.
Con paciencia, buena alimentación, asesoramiento profesional y sobre todo amor, es posible mejorar su comportamiento y ofrecerle una vida plena:
Establece rutinas diarias estables que le brinden seguridad.
Recompensa cada pequeño avance con premios, caricias o juegos.
Evita entornos que lo sobreestimulen o generen ansiedad.
Integra juegos de olfato o ejercicios de autocontrol emocional.
Consulta con un etólogo o educador canino si los comportamientos persisten o empeoran.
Fuente: https://www.milenio.com/estilo/tu-mascota/que-hago-si-mi-mascota-no-es-sociable-sigue-esta-guia-para-ayudarlo