Las elecciones del Poder Judicial del 1° de junio sí que nos dejan un montón de cosas qué reflexionar: desde cómo es que México llegó a este inédito ejercicio del voto ciudadano para elegir cargos judiciales hasta la participación de la gente o los intentos para influir en los votos.
Es en este contexto que aquí en Sopitas.com armamos una lista de las cosas que podemos aprender o reflexionar de las elecciones del Poder Judicial, tanto negativas como positivas. ¿Ustedes qué opinan?

Foto: GIFER
8 cosas que aprendimos de las elecciones del Poder Judicial
1. Mayor acercamiento de la gente al Poder Judicial
Empecemos por lo positivo: estas elecciones permitieron a una parte de la población mexa a acercarse e informarse sobre qué es el Poder Judicial, para qué sirve y conocer el funcionamiento de algunos de sus órganos como la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Si bien hay un conocimiento básico sobre los tres poderes de Gobierno: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, este último permanecía distante, pese a que su función es impartir justicia, resolviendo conflictos entre el Estado y la ciudadanía —con la máxima de proteger los derechos de los ciudadanos.
2. Existe una oportunidad para cambiar el sistema de justicia
El sistema de justicia de México adolece de corrupción, opacidad e incumplimiento de sus funciones, lo que ha perpetuado por años la impunidad.

Foto: Rogelio Morales-Cuartoscuro.
Este primer ejercicio para elegir los cargos del Poder Judicial representó una oportunidad para cambiar sólo una parte de todo ese complejo sistema de justicia del que les hablamos —porque además de los tribunales también entran las fiscalías, aunque sobre las últimas todavía no hay reformas que busquen mejorarlas.
3. El proceso para cambiar el Poder Judicial no fue para nada el mejor
¿Se acuerdan de cómo es que México llegó hasta acá? Todo comenzó con una iniciativa de AMLO después de que algunas de sus iniciativas aprobadas en el Congreso toparan con pared en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
De allí surgió una controversia mayor entre la presidenta de la SCJN, Norma Piña, los trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF), que se movilizaron contra la iniciativa de reforma o cambios de AMLO, y el mismo presidente.

En el proceso para aprobar esa reforma en la Cámara de Diputados y el Senado, Morena y sus aliados se valieron de negociaciones polémicas como pactar con los Yunes.
O, bueno, con el entonces senador del PAN Miguel Ángel Yunes Márquez, quien al final con su voto, en el Congreso, ayudó a que esta reforma al Poder Judicial fuera aprobada.
Miguel Ángel Yunes Márquez fue acusado por presunto fraude procesal y falsedad ante la autoridad.
Y antes de pasarse al bando de Morena —porque, de hecho, se pasó a la bancada morenista en el Senado—, Yunes Márquez era conocido por ser detractor de la 4T.
Su papá, el exgobernador de Veracruz Miguel Ángel Yunes Linares y su hermano Fernando Yunes Márquez han tenido procesos en las fiscalías locales y de la República.
4. Se “colaron” perfiles con vínculos con el narcotráfico o sectas religiosas
Ok, la reforma del Poder Judicial fue aprobada. Avanzó para después darle paso a las reformas de las leyes secundarias —o sea, las reglas que faltaban para echar a andar los cambios a este poder.
Una vez consumados, comenzó la postulación y aprobación de los candidatos y las candidatas desde los tres poderes de Gobierno. Y, ¿qué creen?

Las candidaturas de personas con antecedentes criminales llegaron a la elección. Desde casos de perfiles acusados por abuso sexual, delincuencia organizada, violencia contra periodistas, intento de feminicidio, vínculos con la secta de la Luz del Mundo, nepotismo o contrabando de droga.
“Se nos fueron algunos casos”, reconoció el también polémico senador Gerardo Fernández Noroña, aunque eso no significó cancelar sus candidaturas.
El recurso que ahora existe, en caso de que los candidatos con antecedentes ganen un cargo, es que el INE cancele su triunfo.
Al menos, ese es el mecanismo que busca Defensorxs —una organización civil que trabaja en defensa de los derechos humanos— ante el Instituto Nacional Electoral y después de trabajar en la exposición de los casos.
5. Candidatos sin carrera judicial
58.7% de los/las aspirantes a ministros no tienen una carrera judicial. Este importante dato lo reveló el Primer Informe del Observatorio Universitario del Proceso de Elección Extraordinaria a la SCJN de la Ibero.
Eso no es todo, el Observatorio halló que algunos candidatos dijeron tener maestría o doctorado, peeeeero la bronca es que en realidad seguían en proceso de estudios.

O recibieron el clásico doctorado Honoris Causa de instituciones que se desconocen si están avaladas por el sistema educativo mexa.
Entonces, con estos dos puntos, aprendimos que esta elección no contó con los filtros suficientes para elegir los mejores perfiles a las candidaturas.
6. Un sistema no equitativo para los/las aspirantes
Podríamos decir que se trató de un ejercicio democrático pero, ¿qué tanto? Si en realidad las candidatas y los candidatos fueron elegidos por los 3 poderes de Gobierno.

Y las candidaturas no fueron ciudadanas —con chance de ser independientes— como ocurre en las elecciones legislativas y federales.
7. Los acordeones
Animal Político documentó que algunas candidaturas cercanas a Morena fueron favorecidas con publicaciones en redes sociales, mensajes de texto y hasta acordeones repartidos de manera masiva, en CDMX, previo al 1° de junio.
La operación de los acordeones puso en evidencia que estas elecciones del Poder Judicial no escaparon de los clásicos intentos de influir en el voto ciudadano —incluso en la veda electoral.

En tanto, el INE reaccionó hasta los últimos días para prohibir la distribución de estos acordeones que nada tenían que ver con los hechos por los mismos ciudadanos como guías para votar por los candidatos.
8. Baja participación
El porcentaje de participación ciudadana en estas elecciones fue del 12.57 al 13.35% muy lejos de los niveles registrados en los últimos 20 años que oscilan entre el 40 y 65%.

Tan sólo en la elección presidencial de 2024, el porcentaje de participación ciudadana fue del 61.04%.
Entonces…
Si bien las elecciones del Poder Judicial han representado un intento por abrir la democracia y acercar a sus instituciones a la ciudadanía, estos 8 puntos de aprendizaje nos dejan uno mayor y es entender la complejidad de su mismo cambio.
Es decir, si bien el objetivo es que los órganos del Poder Judicial estén representados por los mejores perfiles —para no repetir casos de corrupción o la usual lejanía de este poder de la ciudadanía—, lo cierto es que los encargados de darle forma (el Congreso de la Unión y los congresos estatales) cayeron en omisiones.
Y se repitieron las viejas prácticas de simulación electoral, ya sea entre los candidatos o el apoyo —con recursos y movilización— a distintas candidaturas mediante mecanismos como los acordeones.
En la mayor medida en que se corrijan esta serie de viejas prácticas u omisiones, se podría garantizar un mejor proceso electoral, desde las candidaturas hasta la participación ciudadana. ¿Ustedes qué dicen?