Se acaba la búsqueda del sospechoso y ahora la atención está puesta en el proceso judicial contra el acusado de asesinar a la legisladora demócrata, Melisa Hortman, y a su esposo.
La Policía confirmó que el hombre captado en cámaras de vigilancia como el presunto autor del crimen, Vance Boelter, de 57 años, se encuentra detenido en el condado de Hennepin tras ser arrestado el domingo después de una intensa búsqueda durante el fin de semana.
Boelter está acusado de matar a tiros a Melissa Hortman, la principal demócrata en la Cámara de Representantes de Minnesota, y a su esposo, Mark, en su domicilio el pasado sábado 14 de junio.
Asimismo, el hombre podría ser procesado por disparar y herir a otro legislador demócrata, el senador estatal John Hoffman, y a su esposa Yvette, en su domicilio a pocos kilómetros de distancia en la misma noche en que presuntamente asesinó a los Hortman.
Boelter enfrenta dos cargos de asesinato en segundo grado y dos cargos de intento de asesinato en segundo grado, según una denuncia penal. Está previsto que comparezca ante el tribunal a la 13:30 p. m., hora local de este 16 de junio, según los registros de la cárcel.
¿Cómo se produjo la captura del sospechoso?
La búsqueda de Boelter fue la «mayor cacería humana en la historia del estado», declaró Mark Bruley, jefe de policía de Brooklyn Park.
El domingo 15 de junio, las autoridades localizaron un vehículo que Boelter usaba, abandonado en la zona rural del condado de Sibley, donde vivía, y un agente de policía informó haber creído haber visto a Boelter corriendo hacia el bosque, según Bruley.
La policía estableció entonces un amplio perímetro y desplegó a 20 equipos tácticos diferentes, que dividieron el área y lo buscaron.
Durante la operación, las autoridades aseguraron haber recibido información que confirmaba la presencia de alguien en el bosque a quien buscaron durante horas, utilizando un helicóptero y agentes a pie, hasta que finalmente hallaron a Boelter.
El hombre se entregó a la Policía y se arrastró hasta los agentes en el bosque antes de ser esposado y puesto bajo custodia en un campo, según indicaron las autoridades.
Los registros penitenciarios indican que Boelter ingresó en la Cárcel del Condado de Hennepin a la 1:02 a. m., hora local, de este lunes 16 de junio. Incluyen dos fotos policiales, una de frente y otra de perfil, de Boelter con una camisa naranja de prisión.
Lo que se conoce de los crímenes
Todo comenzó alrededor de las dos de la madrugada, cuando una patrulla respondió a un llamado que reportaba un tiroteo en los suburbios de Champlin, Minnesota. Allí encontraron al senador estatal demócrata John Hoffman y a su esposa Yvette, ambos heridos de bala. Fueron trasladados de urgencia al hospital.
Minutos después, un segundo vehículo policial llegó al área y, como medida de precaución, decidió verificar el estado de Melissa Hortman, reconocida figura política local que residía con su esposo en Brooklyn Park, a unos 15 kilómetros del primer ataque.
Al llegar al domicilio, alrededor de las 3:30 a.m., los agentes se sorprendieron al encontrar un auto con las luces encendidas estacionado frente a la vivienda. El vehículo era muy similar a los utilizados por la Policía.
Un individuo vestido como agente salía de la vivienda. Abrió fuego contra los agentes, se refugió dentro de la casa y logró huir a pie, según el informe de los investigadores. En el interior, encontraron los cuerpos sin vida de Melissa Hortman y su esposo.
En el vehículo abandonado frente a la vivienda se hallaron varios elementos que apuntan a una premeditación: un texto que aparenta ser un manifiesto (cuyo contenido no ha sido revelado), una pila de papeles con la frase «No kings», lema vinculado a una jornada de movilización nacional contra el presidente Donald Trump, y una lista con decenas de nombres.
Según los investigadores, esa lista incluía posibles blancos, entre ellos médicos, empleados de clínicas de planificación familiar y varios legisladores demócratas del estado de Minnesota, todos conocidos por su defensa del derecho al aborto.
El gobernador del estado y otras figuras públicas califican los asesinatos como un “crimen político”, en un país marcado por una polarización creciente.
