El mundo cabe en una uña. La centimétrica extensión de las manos es hoy más que un adorno, quienes diseñan sobre ellas pueden pintar desde una réplica de la Mona Lisa, hasta esculpir múltiples figuras.
La variedad de diseños, colores, brillos y formas inundan Pinterest, Instagram o Facebook. Lo que comenzó con henna y pintura para autos hoy es una tendencia en crecimiento: durante el tercer trimestre de 2024, la categoría de «Maquillistas, Manicuristas, Pedicuristas y Tatuadores» registró 239 mil personas ocupadas en México, lo que representa un aumento del 15.9% con respecto al periodo previo.
Ante la creciente demanda de diseños para las uñas, Miriam Nery Carmona, dermatóloga especializada en cáncer de piel e integrante de la Fundación Mexicana de Dermatología con 24 años de experiencia, comparte algunas consideraciones a tomar en cuenta antes de acudir con un manicurista.
“Aunque se vean bonitas afecta la fisiología de la uña, para lo que fue diseñada”, comentó durante una entrevista.
Los riesgos para la salud al aplicarse uñas
La manicura no es nueva, se han encontrado momias (de alrededor del año 5000 a. C.) con las uñas pintadas de dorado y los dedos teñidos con henna. En la India, más o menos en esa misma época, las mujeres también usaban un tinte natural para colorear sus uñas mientras que en Babilonia, los hombres adornaban sus dedos con un polvo oscuro llamado kohl, según señala en el libro Nails: the story of the modern manicure (2014).
Siglos más tarde, la evolución de los materiales repercutió en la de los esmaltes. En los años 20, por ejemplo, la pintura de los autos comenzó a usarse en las manos.
Actualmente las fórmulas utilizadas son un poco diferentes a las de siglos atrás: monómeros, acrílico y polvos brillantes se aplican para revestir y crear nuevas uñas, no obstante, a pesar de ser más modernas siguen sin ser la mejor opción para la salud.
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“La uña puede detectar vibraciones, temperaturas, frío, calor y algunos cambios en la textura, entonces, cuando ponemos un gelish o alguna cubierta gruesa baja la capacidad de poder reconocer cosas pequeñas”, comenta la especialista.
Por otro lado, limpiar, retirar la cutícula y esculpir el diseño son pasos que pueden conllevar riesgo. Por ejemplo, si se corta de más la cutícula se generan abscesos en los que fácilmente pueden entrar bacterias y virus como el del papiloma.
El limado constante puede llegar a lastimar el lecho ungueal, es decir, el sitio en donde descansa la uña, lo que, además de incentivar la formación de hongos y el engrosamiento (o debilitamiento) de la uña, puede disminuir la sensibilidad en los dedos.
Esto explica porqué a las personas que se colocan uñas largas les cuesta más trabajo agarrar monedas, subir cierres o quitarse cosas de la cara: su habilidad manual disminuye.
Finalmente, está la exposición a la radiación. De acuerdo con la dermatóloga, ocho horas de la luz azul que se utiliza para acelerar el secado de los materiales equivalen a una hora de sol.
“La gente que se está haciéndose constantemente las uñas —y más desde edades muy tempranas— puede ser que tenga más riesgo de desarrollar un cáncer de piel si no se protege de las radiaciones”, alerta la dermatóloga.
Aunque no hay estudios sobre la repercusión que tienen estas lámparas UV, algunas investigaciones han encontrado que, dentro de las especialidades que padecen más cáncer de piel en las manos, están los odontólogos quienes utilizan instrumentos similares. Por esta razón, quienes están en contacto con este tipo de aparatos deben utilizar protector solar 30 minutos antes de la exposición y replicarlo cuantas veces sea necesario.
Lo que dicen las uñas y qué hay que tomar en cuenta antes de elegir un diseño
Las uñas pueden ser una ventana a la salud: indican problemas en la sangre o enfermedades sistémicas. El cambio de coloración, por ejemplo, puede ser señal tanto de la presencia de hongos, como de enfermedades autoinmunes que afectan la forma, tono o textura de las uñas.
Las rayitas blancas aparecen en la queratina cuando hay una deficiencia de proteínas u otros desequilibrios nutricionales, mientras que las manchas oscuras o lunares que se observan bajo la uña podrían ser indicio de tumores agresivos, como el melanoma subungueal, según lo explicado por la dermatóloga Miriam.
“Me tocó el caso de una paciente joven que estuvo mucho tiempo haciéndose tratamiento (manicura) Cuando quita la uña postiza, la uña casi se deshacía. Se me hace raro que no lo hubieran visto antes. La trataron pensando que era un hongo y en realidad era un cáncer de piel agresivo que necesitaba una amputación de dedo”, relata la especialista.
De ahí la importancia de elegir correctamente el lugar en donde aplicarse las uñas: no sólo podría ayudar a detectar anomalías, sino también a prevenir enfermedades. En TikTok una nail artist compartió en caso de una clienta que acudió a que le retiraran el acrílico, al dejar al descubierto la uña notaron un tono amarillo verdoso: había desarrollado un hongo debido a que su manicurista anterior no había colocado bien las uñas postizas.
Una vez elegido el lugar de confianza, hay otros puntos importantes a considerar, entre ellos, no aplicarlas tan seguido.
“Dejen descansar la uña uno o dos meses: no hay que aplicar nada para permitir que la uña salga”, sugiere la doctora.
Además, algunas personas no son compatibles con el acrílico, por ejemplo, quienes están en quimioterapia, padecen algún tipo de síndrome o tienen un problema tiroideo no controlado presentan uñas más frágiles y sensibles a los químicos.
El riesgo para las nail artist
El talento de muchas las ha llevado a ser consideradas nail artist, su dominio con los químicos para crear pequeños cuadros o diseños cargados de pedrería han hecho en parte, que más personas deseen lucir adornos parecidos.
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A pesar de que su trabajo podría parecer poco riesgoso, de no tomar las medidas necesarias, también podría afectar su salud, especialmente la de sus pulmones.
“Las chicas que las aplican también deben de protegerse, el limar los acrílicos y olerlos durante muchas horas puede perjudicar los pulmones y con el tiempo, formar lesiones a nivel pulmonar como si fueran fumadoras crónicas”
“Hay gente que dice que el doctor ya le prohibió poner gelish porque ya tiene lastimado los pulmones y al momento de estarlo limando, el polvito que se está aspirando puede formar una fibrosis en el pulmón aún cuando traiga cubrebocas”
Aún no hay muchos estudios sobre los efectos a largo plazo del polvo o humo que se libera al aplicar uñas de acrílico. No obstante, la dermatóloga advierte que, si una persona joven aspira ese humo frecuentemente durante muchos años podría tener consecuencias similares o incluso peores que fumar cigarrillo ya que el humo del acrílico contiene partículas que el cuerpo no puede expulsar fácilmente.
A la par, la acetona, y otras sustancias para endurecer y pintar las uñas llegan a formar mezclas potencialmente tóxicas, por lo que para reducir los riesgos, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos recomienda utilizar gafas protectoras, guantes desechables, respiradores o cubrebocas y mantener el espacio de trabajo correctamente ventilado.
Fuente: https://www.milenio.com/ciencia-y-salud/hongos-y-hasta-cancer-riesgos-de-ponerte-unas-segun-experta
