Israel llevó a cabo el miércoles una serie de poderosos ataques sobre la capital siria, Damasco, intensificando una campaña que, según dice, apoya a la población drusa del país, un grupo minoritario árabe involucrado en enfrentamientos mortales con las fuerzas del Gobierno sirio.
Los ataques, que según Siria mataron al menos a tres personas en su capital, hicieron que los funcionarios estadounidenses se apresuraran a evitar un enfrentamiento mayor entre los países vecinos, y Siria acordó retirar sus tropas de la ciudad sureña de Suwayda y un nuevo acuerdo de alto el fuego con la milicia drusa en el área.
En un discurso televisado a la nación este jueves por la mañana, el presidente de Siria, Ahmed al-Sharaa, dijo que la nación enfrentaba dos opciones: o “una guerra abierta” con Israel “a costa de nuestros ciudadanos drusos”, o permitir que los clérigos drusos “regresen a la razón y prioricen el interés nacional”.
“No tememos a la guerra, nuestra historia está llena de batallas para defender a nuestro pueblo, pero elegimos el camino que pone el bienestar de los sirios por encima del caos y la destrucción”, dijo al-Sharaa.
Israel ha intensificado sus ataques contra Siria a pesar de la presión de Estados Unidos, que ha tomado medidas para poner fin al aislamiento internacional del país después de que los rebeldes tomaron el poder tras la caída del régimen de al-Assad a finales del año pasado.
Los ataques aéreos del miércoles sobre Damasco tuvieron como objetivo varios edificios gubernamentales de la capital siria. Un video de un canal de televisión sirio mostró en directo el impacto del edificio del Ministerio de Defensa, lo que obligó al presentador a refugiarse.
En su discurso de este jueves, al-Sharaa acusó a Israel de intentar dividir al pueblo sirio y prometió proteger los derechos de la población drusa.
“La entidad israelí, conocida por sus repetidos intentos de desestabilizarnos y sembrar la división, busca una vez más convertir nuestra tierra en un campo de batalla del caos y desmantelar el tejido de nuestro pueblo”, afirmó.
Estados Unidos interviene
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, dijo el miércoles que la administración Trump se había comprometido con todas las partes del conflicto para poner fin a los enfrentamientos en Siria.
“Hemos acordado medidas específicas que pondrán fin a esta preocupante y aterradora situación esta noche. Esto requerirá que todas las partes cumplan con los compromisos asumidos, y eso es lo que esperamos plenamente de ellas”, declaró Rubio en X.
Rubio también describió la última tensión entre Israel y Siria como un “malentendido” y dijo: “Hemos estado hablando con ellos toda la mañana”, en un video que Rubio compartió en X que lo muestra en el Despacho Oval con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El Gobierno sirio anunció el miércoles por la noche, hora local, que sus fuerzas militares comenzaron a retirarse de Suwayda, según la agencia de noticias estatal SANA. Un video difundido por la televisión siria supuestamente mostró un convoy de vehículos militares saliendo de la ciudad de Suwayda.
“La retirada de las fuerzas del Ejército Árabe Sirio de Suwayda ha comenzado, en implementación del acuerdo alcanzado entre el Estado sirio y el liderazgo religioso druso en la ciudad, luego de que las fuerzas completaran su misión de perseguir a los grupos ilegales”, dijo SANA.
Mientras tanto, el Gobierno sirio anunció un nuevo alto el fuego con los drusos, pero no está claro si entrará en vigor en medio de divisiones dentro del grupo.
Al menos 169 personas han muerto y otras 200 han resultado heridas durante varios días de enfrentamientos, dijo el miércoles la Red Siria de Derechos Humanos (SNHR, por sus siglas).
La creciente violencia incluyó ejecuciones extrajudiciales, intercambios de artillería y ataques aéreos por parte de las fuerzas israelíes, dijo el grupo de monitoreo.
CNN no puede verificar independientemente las cifras de SNHR y está contactando al Gobierno sirio para obtener comentarios sobre el número de muertos.
Israel defiende la acción militar
Israel, que ha estado realizando ataques en Siria desde la caída del régimen de al-Assad en diciembre pasado, dice que está atacando a Siria para proteger a los drusos, una minoría árabe en el centro de enfrentamientos con los leales al Gobierno.
El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, compartió las imágenes de los ataques a Damasco y dijo que “los golpes dolorosos han comenzado”.
En una conferencia de prensa celebrada por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), un oficial militar confirmó que Israel había atacado el ministerio y una zona cercana al palacio presidencial.
Sin embargo, otro incentivo detrás de la decisión de Israel de atacar podría estar relacionado con su oposición al actual Gobierno sirio.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se ha referido anteriormente a los nuevos líderes del país como un “régimen islámico extremista” y una amenaza para el Estado de Israel.
El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Sa’ar, dijo el miércoles que su país quiere “mantener el status quo en el sur de Siria, una zona cercana a nuestra frontera, y evitar el surgimiento de amenazas contra Israel en ese espacio”.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, expresó su alarma por la continua escalada de violencia en Suwayda en un comunicado emitido este miércoles. Condenó toda la violencia contra la población civil, incluyendo los informes de asesinatos arbitrarios y actos que exacerban las tensiones sectarias en el país.
Guterres también condenó “la escalada de ataques aéreos de Israel sobre Suwayda, Daraa y en el centro de Damasco”, y pidió “el cese inmediato de todas las violaciones de la soberanía de Siria”.
Varios países de la región, incluidos Turquía, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Qatar, condenaron los ataques israelíes en Siria.
Irán, que libró su propia guerra contra Israel el mes pasado, condenó los ataques israelíes contra Siria como una “agresión desquiciada”.
Antonio Costa, presidente del Consejo Europeo, dijo que está “muy preocupado por los ataques israelíes sobre Damasco”, y pidió respeto a la soberanía de Siria en una publicación en X el miércoles.
Negociaciones de un alto el fuego
Los drusos, una secta árabe de aproximadamente un millón de personas que residen principalmente en Siria, Líbano e Israel, practican una rama del islam que no permite las conversiones –ni para ingresar a la religión ni para abandonarla– ni matrimonios mixtos. Los drusos están compuestos por una red de grupos con múltiples figuras representativas.
El nuevo presidente de Siria, Ahmed al-Sharaa, ha prometido inclusión y se ha comprometido a proteger a todas las diversas comunidades del país, pero las fuerzas extremistas sunitas leales a él han seguido enfrentándose violentamente a las minorías religiosas.
Durante el fin de semana estalló la violencia entre fuerzas drusas y tribus beduinas en la ciudad de Suwayda, en el sur de Siria, lo que provocó una intervención del Gobierno sirio.
El Gobierno sirio dijo que se alcanzó un nuevo acuerdo de alto el fuego el miércoles, pero una figura clave de la minoría religiosa negó que se hubiera alcanzado una tregua. Un alto el fuego anterior fracasó en cuestión de horas.
Un comunicado publicado por el Gobierno sirio dijo que, bajo el nuevo alto el fuego, habrá un cese total de las operaciones militares, se formará un comité de monitoreo con los líderes drusos y miembros de la comunidad liderarán la seguridad en la provincia.
Un líder espiritual druso que representa a una de las facciones de Suwayda, Youssef Jarbou, confirmó que se llegó a un acuerdo para “un cese completo e inmediato de todas las operaciones militares y una desescalada de todas las partes, con el Ejército regresando a sus cuarteles”.
Sin embargo, Hikmat al-Hijri, una destacada figura drusa que había pedido protección internacional el miércoles, rechazó el alto el fuego y llamó a sus partidarios a seguir luchando.
Una situación ‘desesperada’
Los enfrentamientos continuaron hasta el miércoles y Fadi Hamdan, un carpintero de Suwayda, dijo a CNN que “la situación dentro de la ciudad es terrible”.
“No hay electricidad desde ayer (martes) por la mañana. El servicio móvil es extremadamente débil y el internet apenas funciona”, dijo Hamdan. “Las líneas fijas están completamente caídas. El agua también se cortó ayer, aunque regresó brevemente esta mañana”.
Hamdan dijo que el actual Gobierno interino sirio “tiene plena responsabilidad por lo que está sucediendo en Suwayda”.
El Ministerio de Salud de Siria dijo que “decenas de cadáveres fueron encontrados en el Hospital Nacional de Suwayda después de la retirada de los grupos proscritos”.
El ministerio añadió que esos cuerpos “pertenecen a personal de seguridad y civiles sirios”, pero sin proporcionar más detalles.
En Siria, la comunidad drusa se concentra en torno a tres provincias principales cercanas a los Altos del Golán ocupados por Israel, en el sur del país, y forma mayoría en la provincia de Suwayda.
Más de 20.000 drusos también viven en los Altos del Golán, una meseta estratégica que Israel arrebató a Siria durante la Guerra de los Seis Días en 1967, antes de anexarla formalmente en 1981.
Cientos de personas de la comunidad drusa parecen haber cruzado desde los Altos del Golán a Siria en los últimos días.
No está claro cuándo ocurrieron los cruces, pero videos separados que circularon en las redes sociales el martes y miércoles mostraron a personas portando banderas drusas cruzando una valla fronteriza supuestamente desde los Altos del Golán hacia Siria.
Al parecer, estaban respondiendo a las peticiones de los líderes drusos de apoyar a su comunidad en los enfrentamientos en curso.
Al dirigirse el miércoles a la comunidad drusa en Israel y los Altos del Golán, el primer ministro de Israel, Netanyahu, les pidió que no crucen la frontera.
“Tengo una petición para ustedes: son ciudadanos de Israel. No crucen la frontera”, dijo.
