«Yo corrí 100 kilómetros con un tobillo fracturado», contó Max Tomlinson, atleta y preparador físico, de su experiencia en una carrera de resistencia en Australia.
«El tobillo estaba muy hinchado y el dolor era muy intenso, pero cuando comienzas a correr todo el cuerpo se calienta y el dolor queda relegado en un segundo plano«.
Para Tomlinson fue clave su capacidad para superar el umbral del dolor, esa barrera contra la que el cuerpo y la mente chocan cuando se realiza una actividad física.
Qué es el umbral del dolor
Es el estado de máximo dolor, especialmente durante el ejercicio físico, a partir del cual el dolor disminuye.
Su caso puede que sea algo extremo, pero no es aislado.
Cada vez aparecen más personas que optan por someterse a retos en los que se pone a prueba no sólo la capacidad física del cuerpo sino la fuerza de voluntad de la mente, y lo que fue en un momento un pequeño mercado de nicho se ha convertido en un boyante negocio alrededor del mundo.
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Una de ellas es Gnew Hamilton, de 43 años y madre de dos niños.
«Me encantó. Tuve una sonrisa durante todo el recorrido», fue su reacción tras finalizar una carrera que los organizadores aseguran se trata del «evento más difícil en la Tierra».
El calificativo se puede cuestionar, pero está claro que la carrera de 12 kilómetros que se disputa en Edimburgo, Escocia, no es apta para todo tipo de personas.
Durante el recorrido los participantes se enfrentan a 30 obstáculos entre los que se encuentran saltar sobre fuego, gatear a través de un pozo de lado, sumergirse en aguas heladas y escalar paredes de tres metros.
Hamilton, que pasa su día a día detrás de un escritorio en una oficina del gobierno escocés, reconoce que durante semanas sigue apareciendo barro en su cuerpo, desde el cuero cabelludo hasta las uñas.
«Estoy totalmente adicta», dijo antes de asegurar que lo volverá a hacer en 2016.
«Sé que lo puedo hacer. Ahora quiero ver si lo puedo hacer más rápido».
Más mental que físico
Es esa necesidad de Hamilton, la de superar su propio umbral del dolor, la que beneficia a empresas como Total Warrior, que organiza tres diferentes pruebas en Reino Unido al año y cuenta con más de 7.500 participantes por evento.
Cuando comenzó hace cuatro años, se inscribieron menos de 2.000 personas.
«Lo del umbral del dolor parte cuando la gente se pone retos, límites hasta dónde quiere llegar. Por ejemplo, una persona se plantea correr 10 kilómetros y cuando lo logra siente que hizo algo extraordinario, pero luego se exige más», contó Tomlinson, director de la empresa Max Health, que promueve la actividad física e impulsa a las personas a alcanzar nuevos límites con su cuerpo.
«He experimentado esa sensación de que llegas a un punto en el que crees que ya no puedes más, en el que tu cuerpo se apaga, sientes que te estás quedando dormido, tienes calambres en los músculos y los dedos y las manos están entumecidos«.
«En ese momento piensas que abusaste, que te exigiste demasiado. Pero te detienes un minuto, comes algo y ya te sientes bien otra vez para seguir», dijo Tomlinson.
Hay límites
El especialista en preparación física y nutricional considera que la principal barrera es mental, aunque son importantes las señales que te envía el cuerpo para no correr el riesgo de una lesión grave.
«Mientras no haya riesgo de lesiones, el cuerpo humano está diseñado para moverse«, recalcó.
«Si se tiene un problema físico lo primero que hay que hacer es solucionarlo, ir al fisioterapeuta o al doctor. Lo que hay que evitar es que aparezcan excusas».
Una de las experiencias más difíciles que vivió Tomlinson fue cuando participó en una prueba de 160 kilómetros.
«Estás corriendo por 24 horas y tu cuerpo quiere ir a dormir y prácticamente no puedes hacer nada», recordó.
«Puedes luchar contra el dolor ignorándolo o tomando algún analgésico, contra el hambre y otras cosas que se te presentan en una carrera de larga distancia, pero la necesidad del sueño es algo que te pone a prueba hasta los límites».
«Allí es cuando tu mente trata de poner cualquier excusa para que pares, y de eso se trata superar el umbral del dolor. Tratar de analizar la situación de una manera racional. Es simplemente negarte a ti mismo a encontrar una excusa«.
«Las personas por lo general tienen temor de moverse, de quedar expuestas, de fracasar, de sentir que les falta la respiración, porque siente que no están bajo control», dijo Tomlinson sobre las personas que comienzan un programa de entrenamiento.
«Es allí donde nos enfocamos, de comunicar que eso no es malo, de enseñarles cómo calmarse, cómo respirar, que entiendan que así sientan que se van a morir, figurativamente, se recuperarán en cuestión de minutos y que todavía pueden dar un paso más«.
Eso fue lo que le ocurrió a Gwen Hamilton.
«Solía mirar a las personas hacer este tipo de pruebas y pensar que yo no podría hacerlo. Ahora me di cuenta que si puedo y es una sensación muy agradable».
(FUENTE: BBC MUNDO)