De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en México hay más de 200 mil personas que necesitarán un trasplante en los próximos años, el triple que en naciones de la región como Uruguay o Argentina, en las que la donación de órganos ha avanzado más.
Además, según la OPS, mientras en países como Brasil, Colombia y Chile, con niveles de salud semejantes, una persona espera de uno a tres años para recibir un órgano, en México el proceso llega a durar hasta una década.
“A pesar de un avance en la donación de órganos de personas fallecidas y aun de personas vivas en los últimos años, la oferta y disponibilidad de células, tejidos y, en especial, de órganos de donación en México está muy por debajo de la demanda”.
“Además, la falta de programas nacionales consolidados, la falta de recursos humanos competentes y el elevado costo de los trasplantes y de las terapias de mantenimiento, sumado a una cobertura y protección financiera insuficiente, representan barreras para el acceso equitativo a estos procedimientos que llegan a durar hasta una década”; señala el organismo en su evaluación sobre nuestro país.
En entrevista, la titular del Centro Nacional de Trasplantes, Rosa Erro, reconoció que aunque se ha avanzado, los pasos han sido “pequeñitos” desde la pandemia por Covid 19, cuando la crisis sanitaria ocasionó que se reconvirtieran hospitales y los pacientes tuvieron que abandonar tratamientos. “La situación actual en México en cuanto a trasplantes va caminando, cada vez vamos dando pasos pequeñitos pero constantes”, dijo.
De acuerdo con la funcionaria, actualmente nuestro país mantiene una tasa de donación de 4.6 por cada millón de habitantes, muy por debajo de Uruguay, nación que lidera la donación cadavérica en América Latina con una tasa de 16.8 por cada millón de personas, seguido por Brasil con 14.2 y Argentina con 12.
“Estamos conscientes de que tenemos mucho camino por recorrer, hacer una concientización de la gente para poder avanzar hacia un México sin una lista de espera”, agregó Erro.
Explicó que el tiempo de espera para recibir un trasplante en el país depende del órgano que se requiera, pero el tiempo máximo, cuando el órgano proviene de un cadáver, es de 40 meses, es decir tres años y medio. “Un México sin lista de espera no quiere decir que vamos a desaparecer toda la lista porque sería algo irreal, ya que al momento que se va trasplantando hay gente que se va sumando a la lista, lo que busca es que la lista se reduzca a la mitad”, explicó.
De acuerdo con datos del Centro, actualmente 19 mil 82 personas esperan un órgano en nuestro país.
Una nueva esperanza de vida
Ana decidió donarle un riñón a su hermana Cristina tras esperar siete años para que el órgano llegara de un cadáver. Contó a El Sol de México que el riñón nunca llegó y era urgente que Cristina, a quien dializaban cada semana, recibiera el órgano que le dio una nueva esperanza de vida.
“Fueron muchos años esperando, como siete, y mi hermana ya no aguantaba más, las diálisis la ponían cada vez peor, por el deterioro de su salud, los médicos del IMSS, donde la trataron, nos dijeron que ya no podíamos seguir esperando, que se tomara en cuenta la opción de que el trasplante se hiciera de un familiar y yo fui quien cumplió con los requisitos médicos, así que aunque sí me daba miedo, ya no quedaba otra opción para mi hermana. Ahora pienso en porqué no lo hicimos antes”, compartió Ana.
Agregó que haber donado un riñón a su hermana la hace sentir mucho más unida a ella, pues “ahora no solo son hermanas de sangre, sino también de riñón”.
“Sin duda fue una experiencia muy, muy fuerte porque se trata de la vida de alguien a quien amas, pero gracias a esta experiencia he decidido ser donadora universal porque ahora sé lo importante que es para quien tiene una esperanza de vida en un riñón, un corazón o un hígado de otra persona que ya no los necesitará”, dijo Ana.
De acuerdo con el Centro Nacional de Trasplantes, el riñón es el órgano más requerido en el país, seguido por la córnea, hígado y corazón. Además, un donante no tiene una limitante de edad, y una sola persona puede beneficiar hasta a siete cuando muere.
Para Juan Pablo García Acosta, profesor de medicina en la FES Iztacala, el miedo, la desinformación e incluso los prejuicios religiosos son realidades que todavía imperan en la cultura de la donación en nuestro país y que aún llevará tiempo en crear una verdadera conciencia de la necesidad de la donación en México.
Fuente: El Sol de México