Naasón Joaquín García, líder de la iglesia La Luz del Mundo, enfrenta nuevas acusaciones federales en Estados Unidos por tráfico sexual y otros delitos graves, este caso resalta las características psicológicas que comparten muchos líderes de sectas peligrosas, como las identificadas por el exagente del FBI Joe Navarro.
Apodado “el apóstol” de la iglesia La Luz del Mundo, fue formalmente acusado este miércoles 10 de septiembre por la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York; esto se suma a su actual condena en California, por abusos a menores.
Rasgos psicológicos comunes en líderes de sectas peligrosas
Joe Navarro, exagente del FBI y especialista en comportamiento humano, identificó varios rasgos comunes en líderes de sectas peligrosas.
“Todos ellos tienen o tenían una creencia sobreabundante de que eran especiales, que ellos y sólo ellos tenían las respuestas a los problemas”.
Joe Navarro, exagente del FBI.
Los líderes de sectas han sido responsables de algunas de las tragedias más estremecedoras en la historia reciente, desde el suicidio colectivo en Jonestown hasta los atentados con gas sarín en el metro de Tokio.
Navarro escribió para el portal Psychology Today sobre una serie de características en las que coinciden personalidades como Jim Jones (Jonestown), David Koresh (Branch Davidians), Charles Manson, Shoko Asahara (Aum Shinrikyo), Warren Jeffs y Bhagwan Rajneesh, el especialista encontró un factor común, todos eran narcisistas patológicos.
Navarro señala que tras décadas de investigación y entrevistas, hay patrones claros que revelan cuándo un líder religioso o espiritual se convierte en una amenaza.
Narcisismo patológico, el punto de partida
Esto significa que tenían una creencia desmedida de que eran especiales y únicos, convencidos de que sólo ellos poseían las respuestas a los problemas de la humanidad.
Según el exagente, exigían lealtad absoluta, eran intolerantes a la crítica y se consideraban superiores al resto.
Lo más alarmante es que, a pesar de sus comportamientos abusivos y autoritarios, lograban atraer y retener seguidores dispuestos a justificar sus excesos.
Rasgos comunes de un líder sectario peligroso
El especialista recopiló una lista de características que pueden servir como señales de alerta. Entre las más destacadas se encuentran:
Grandiosidad: creen ser destinados a la grandeza o incluso deidades.
Obsesión con el poder: buscan control total sobre lo que sus seguidores hacen, leen, piensan o sienten.
Explotación económica y sexual: utilizan a los miembros para obtener dinero, bienes o favores sexuales, incluso en menores de edad.
Necesidad de adoración constante: requieren ser el centro de atención, buscan cumplidos y castigan la disidencia.
Intolerancia a la crítica: quienes los cuestionan son catalogados como enemigos.
Aislamiento: restringen el contacto de los adeptos con familiares y el mundo exterior, llegando a trasladar comunidades completas a lugares remotos.
Falta de empatía: ignoran las necesidades emocionales, físicas y financieras de sus seguidores.
Estos rasgos, advierte, no son exclusivos de las sectas religiosas, también pueden encontrarse en líderes de movimientos políticos, espirituales o incluso empresariales con dinámicas cerradas y jerárquicas.
Un peligro silencioso
El exagente del FBI subraya que lo más preocupante es el impacto en los seguidores y sus familias, quienes quedan atrapados en estas organizaciones suelen sufrir daño emocional, psicológico, físico y económico.
Y aunque las señales de alarma están ahí, muchas veces los afectados no logran identificarlas hasta que es demasiado tarde.
“Cuando un líder reúne la mayoría de estos rasgos, es cuestión de tiempo para que cause sufrimiento a quienes lo rodean”,
advierte el experto.