REDACCIÓN MACRONEWS.- El Papa León XIV protagonizó un gesto que conmovió al mundo deportivo y religioso: aceptó posar con la camiseta de Universitario de Deportes y, además, la firmó, durante un encuentro con una niña que le pidió la fotografía. La escena se viralizó en redes sociales, despertando orgullo entre los aficionados cremas y dándole al club peruano un inesperado momento de visibilidad internacional.
El Pontífice, nacido Robert Francis Prevost, ya había recibido semanas atrás una camiseta de Alianza Lima, entregada por una tienda oficial. Aquella prenda llevaba su nombre y la Santa Sede envió una nota de agradecimiento. Ahora, al sostener la camiseta de Universitario y dejar su autógrafo, León XIV se vio simbólicamente vinculado a la histórica rivalidad del fútbol peruano.
El detalle cultural también estuvo presente: el tío de la niña, Manolo Solsol, le obsequió al Papa un paquete de café Don Néstor, originario de Rioja, San Martín, sumando un toque de identidad peruana al encuentro.
Orgullo merengue y valor simbólico
La fotografía con la camiseta crema rápidamente generó miles de reacciones en redes sociales. Para muchos hinchas, representa un reconocimiento internacional hacia el club más laureado del fútbol peruano, que suma 28 títulos nacionales y es el único equipo que nunca ha descendido desde su ingreso a la Primera División en 1928.
Fundado en 1924, Universitario de Deportes disputa sus partidos en el Estadio Monumental de Ate, con capacidad para más de 80 mil aficionados, y mantiene un lugar central en la historia deportiva del Perú.
El Papa y el deporte
León XIV, gran aficionado al deporte, ha declarado su pasión por el tenis desde sus años en Chiclayo, Perú, donde vivió más de dos décadas como arzobispo. También es seguidor del béisbol estadounidense, en especial de los Chicago White Sox, equipo que incluso le ha enviado indumentaria personalizada.
El episodio con Universitario refuerza la cercanía del Papa con el pueblo peruano y evidencia cómo el deporte puede convertirse en un puente de identidad y emoción compartida.