La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a través de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental, emitió el resolutivo que autoriza la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del Proyecto Tikal AMX-3, promovido por Telxius México, S. de R.L. de C.V. El expediente fue ingresado el 27 de junio de 2024 y, tras poco más de un año de análisis, se concedió la autorización con vigencia de tres años para construcción y 25 años para operación.
El proyecto forma parte de un sistema de telecomunicaciones por cable submarino de fibra óptica que busca conectar Guatemala con Estados Unidos mediante una ramificación en Cancún, Quintana Roo. La infraestructura permitirá alcanzar una capacidad de transmisión de 23.75 terabits por segundo por par de fibras, lo que representa un salto tecnológico para la conectividad internacional de la región.
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En territorio mexicano, el tendido del cable abarcará una ruta de 22.3 kilómetros desde un pozo de amarre (BMH) ubicado en el camellón central del bulevar Kukulcán, a la altura de Playa Delfines, hasta el límite del mar territorial. De ahí se enlazará con la red internacional que cruza la Zona Económica Exclusiva mexicana para continuar hacia Florida y Puerto Barrios, Guatemala.
¿Cómo se cuidará el entorno?
Uno de los aspectos más relevantes es el método de instalación elegido: el cable será introducido mediante perforación direccional, lo que evita impactos directos sobre la playa y las dunas, además de reducir la alteración de ecosistemas sensibles como arrecifes, pastos marinos o manglares. El diseño incluye también 24 metros de tubería articulada en la zona marina somera para protegerlo donde no puede enterrarse.
El sitio de conexión fue seleccionado estratégicamente por su viabilidad ambiental y técnica. Playa Delfines es un área de alto valor turístico y, desde agosto de 2023, cuenta con la categoría de Área Natural Protegida. La Semarnat determinó que el proyecto no interfiere directamente en esta zona, ya que el cable correrá de forma subterránea a tres metros de profundidad en la franja costera.
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En la parte marina profunda, el tendido coincide con la Reserva de la Biósfera Caribe Mexicano. No obstante, el resolutivo señala que la instalación se limitará al depósito del cable en el lecho marino, sin obras adicionales que provoquen dispersión de sedimentos o construcción de infraestructura.
Con una inversión estimada en 2.85 millones de dólares (48 millones de pesos), el Tikal AMX-3 busca garantizar conectividad de alta velocidad y confiabilidad a nivel internacional. Su vida útil será de 28 años, periodo en el que se prevé reforzar la posición de México como nodo estratégico de telecomunicaciones en el Caribe.
Condicionantes ambientales
La autorización otorgada por Semarnat incluye una serie de condicionantes ambientales. Entre ellas destacan la obligación de implementar un programa de monitoreo marino durante al menos tres años, enfocado en ecosistemas arrecifales y especies vulnerables como tortugas marinas y el tiburón ballena.
También se exige la aplicación de medidas de rescate de biota de lento desplazamiento en la zona somera, así como la reducción de emisiones mediante el mantenimiento riguroso de la maquinaria y embarcaciones empleadas en la construcción.
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Además, el promovente deberá garantizar el manejo adecuado de residuos, cubrir materiales para evitar dispersión de polvos y restaurar el camellón del bulevarKukulcán a sus condiciones originales una vez concluidas las obras.
La instalación del cable deberá realizarse por personal certificado y con técnicas que eviten la suspensión de sedimentos y alteraciones en la hidrodinámica marina. Estas condiciones buscan reducir los riesgos sobre el entorno costero y la Reserva de la Biósfera Caribe Mexicano, en donde se deposita parte del cable submarino.
