REDACCIÓN MACRONEWS.- El Gobierno de México confirmó este 22 de septiembre el primer caso de gusano barrenador en un animal en el estado de Nuevo León, a tan solo 112 kilómetros de la frontera con Estados Unidos. La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), a través del Senasica, informó que el ejemplar afectado fue atendido de inmediato para evitar un brote en la región norte del país.
El hallazgo encendió alertas binacionales, pues representa la detección más septentrional de esta plaga en el presente brote, lo que incrementa la preocupación de la industria ganadera estadounidense.
Medidas inmediatas en México
El Senasica detalló que las larvas se encontraban en fase temprana, lo que descartó la posibilidad de que la mosca depositara huevecillos adicionales. El animal infectado formaba parte de un cargamento de 100 reses provenientes de Minatitlán, Veracruz; tras la revisión, se confirmó que solo uno estaba contagiado y fue curado. Además, todo el ganado fue tratado con Ivermectina como medida preventiva.
Julio Berdegué, titular de Sader, informó que notificó personalmente a su homóloga en Estados Unidos, Brooke Rollins, y reiteró que las acciones responden al Plan de Acción Conjunta firmado por México y EU en agosto pasado.
Contexto internacional
En semanas recientes, Estados Unidos confirmó su primer caso de infección en un ser humano, mientras que México reporta alrededor de 30 casos en personas, ninguno con consecuencias mortales.
Cabe recordar que en septiembre, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció que el ingreso de ganado centroamericano se restringió únicamente al Puerto Chiapas, suspendiendo la llegada a puertos del norte como Mazatlán, precisamente para reforzar el control sanitario.
Postura de Estados Unidos
El Departamento de Agricultura de EU calificó este hallazgo en Sabinas Hidalgo como “la mayor amenaza para la industria ganadera estadounidense”. Además, advirtió que no dependerá de México para proteger su producción, y que aplicará medidas “decisivas” incluso de manera unilateral.
Actualmente, los puertos estadounidenses mantienen suspendida la importación de ganado, bisontes y caballos procedentes de México.