Los empresarios turísticos realizan fuertes inversiones para satisfacer al huésped.
El turismo de lujo en familia es uno de los segmentos de mercado que buscan los centros de hospedaje del Caribe mexicano, quienes gastan de 80 a 150 mil dólares en una semana de estancia.
En los últimos años se ha manifestado más el producto familiar en el destino, lo que ha propiciado que prestadores de servicios y centros de hospedaje adecuen productos e instalaciones para incrementar la presencia de dicho turismo que no quiere privarse de nada.
Las parejas en sus vacaciones buscan descansar y para ello elijen lugares cómodos para ellos y sus hijos, y una de las principales es que los hoteles cuenten con el servicio de niñera, para que puedan recorrer la zona por la noche, independientemente que si eligen no salir del hotel un día, los menores tengan actividades recreativas de calidad para su edad.
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“Los hoteles de lujo cada vez se especializan más en temas que solicitan los huéspedes, hace unos años eran canchas de tenis, a ello siguieron los campos de golf profesionales, y ahora en el tema de niños para el viaje en familia, así como gastronomía”, Francisco López Reyes, director de Turismo en Benito Juárez.
Los empresarios turísticos están conscientes que se debe atender, no solo el hospedaje, sino todas las áreas para poder atraer turismo de muy alto poder adquisitivo, y para ello hacen fuertes inversiones para satisfacción del huésped, abundó.
“Actualmente hay más demanda de servicios de calidad, y también de hoteles en Cancún, Puerto Morelos, Isla Mujeres y alguno en Holbox, por lo que los empresarios siempre están en la búsqueda de incrementar calidad y novedades; obviamente un gran nicho de mercado son las familias, tanto para el segmento de tiempo compartido, como para el tradicional”, explicó Jesús Almaguer Salazar, director general de la Oficina de Visitantes y Convenciones (OVC).
El funcionario explicó que la derrama promedio por turista es de dos mil 500 a dos mil 600 dólares, cálculos que se hace generalmente por adulto por transporte, hospedaje, alimentos y diversión.
En el caso de una pareja de alto poder adquisitivo con familia por una semana de estancia gasta de 80 a 150 mil dólares, que le incluyen lo anterior, además de compras de artículos de marcas de lujo, y sobre todo no privarse de nada.