WASHINGTON, EE. UU. El presidente Donald Trump firmó la noche de este miércoles la ley de financiación federal que pone fin al cierre de gobierno más largo en la historia de Estados Unidos, tras 43 días de suspensión de actividades.
La propuesta fue aprobada horas antes en la Cámara de Representantes con una votación de 222-209, con el apoyo de seis demócratas, resolviendo así un impasse político que había paralizado parcialmente el aparato estatal.
Tensión y la Juramentación de Grijalva
El presidente de la Cámara, Mike Johnson, convocó a sesiones luego de que el Senado ya había aprobado una resolución de continuidad que rompió el bloqueo opositor. Aunque Trump había calificado la resolución como una «gran victoria» republicana, la tensión se mantuvo hasta el final debido al estrecho margen de votos del partido en la Cámara Baja.
La juramentación de la demócrata Adelita Grijalva como representante por Arizona se realizó justo antes de la votación, un evento que generó controversia.
- Versión Republicana: Johnson alegó que la juramentación no se había realizado antes porque la Cámara no estaba en sesiones.
- Versión Demócrata: Los demócratas señalaron que el retraso buscaba evitar que Grijalva proporcionara la firma que faltaba en la petición para votar la entrega de archivos del caso Jeffrey Epstein por parte del Departamento de Justicia.
Reabre el Gobierno, Persisten los Problemas
La ley de financiación garantiza fondos federales solo hasta finales de enero. Los congresistas deberán negociar nuevamente el financiamiento del Estado, aunque se considera poco probable que se repita una suspensión de actividades.
Mientras tanto, a solicitud de la Casa Blanca, la Corte Suprema prorrogó la orden de bloquear los pagos completos del programa SNAP (cupones de alimentos) hasta la medianoche del jueves, afectando a personas que dependen de esta asistencia.
El fin del cierre no dejó un claro ganador. Pese a que los republicanos se atribuyen la victoria, encuestas indican que el partido, al controlar todas las instancias de poder, es visto por la mayoría de los estadounidenses como el principal culpable del cierre.






















