Un empleado de Eastern Florida State College presentó una demanda federal tras ser despedido por publicar comentarios en redes sociales luego del asesinato de Charlie Kirk.
Según la demanda, la institución alegó que sus publicaciones “parecieron celebrar la muerte de Charlie Kirk”, mientras que los demandantes sostienen que era discurso político protegido por la Primera Enmienda.
Otros casos similares involucran a maestros y funcionarios investigados por expresar opiniones críticas hacia Kirk, lo que ha generado un debate sobre libertad de expresión y sanciones laborales en Florida.
Argumentos legales y contexto
Los demandantes alegan que sus publicaciones fueron en cuentas personales, fuera del ámbito laboral, y sin afectar el desempeño de sus labores.
Las instituciones, en cambio, sostienen que las expresiones vulneraron políticas internas o dañaron la reputación institucional.
Expertos en derecho laboral y libertad de expresión advierten que estos casos podrían establecer precedentes sobre los límites de la expresión política de empleados públicos.
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Libertad académica en juego
La ola de despidos e investigaciones ha generado un clima de inquietud entre docentes y personal administrativo de Florida.
Organizaciones como la American Civil Liberties Union han señalado que sancionar a trabajadores por opiniones personales en redes sociales puede erosionar la confianza y la libertad académica.















