Un Juez de Control del Distrito Judicial de Cuautitlán determinó la vinculación a proceso en contra de Fátima Isabel “N” por su probable participación en el delito de homicidio calificado del sacerdote Ernesto Baltazar, reportado como desaparecido el 31 de octubre y hallado muerto el 11 de noviembre
Por los mismos hechos previamente también fueron vinculados a proceso María Fernanda “N” y Brandon Jonathan “N”, quienes actuaron como cómplice y autor material del asesinato, respectivamente.
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Vincula a proceso a “Fátima Isabel “N” por asesinato del sacerdote Ernesto Baltazar
Las investigaciones apuntan que tanto Fátima Isabel “N” como María Fernanda “N” y Brandon Jonathan “N” actuaron en conjunto en la privación de la vida al sacerdote con conocimiento de los hechos, lo que acreditaría el dolo como elemento subjetivo genérico conforme a la fracción I del artículo 8 del Código Penal estatal.
Con base en los datos de prueba presentados por el Ministerio Público, la Autoridad Judicial impuso la medida cautelar de prisión preventiva para la imputada y fijó un plazo de tres meses para el cierre de la investigación complementaria.
Marco legal del homicidio calificado y desaparición cometida por particulares en Edomex
En el Estado de México, el homicidio doloso está descrito y castigado en varios artículos del Código Penal, que establece que la pena por cometerlo puede llegar hasta 70 años de prisión. En tanto, el delito de desaparición cometida por particulares puede ser sancionado hasta con 50 años de cárcel.
Cronología de la desaparición, asesinato y hallazgo del cuerpo del sacerdote Ernesto Baltazar
El sacerdote Ernesto Baltazar llevaba una relación informal con Fátima “N”, ya que contrataba sus servicios como escort.
En el lugar ambos ingirieron bebidas alcohólicas dentro de una habitación y después se trasladaron a un departamento en la tercera sección de la Unidad Habitacional Morelos, donde se encontraba Brandon “N”.
Fátima “N” y Brandon “N” tenían la intención de robar al sacerdote, por lo que primero convivieron con él y, posteriormente, le administraron gotas, dejándolo dormido. Sin embargo, en pleno robo, Ernesto Baltazar despertó.
Las investigaciones señalan que Brandon “N” golpeó al clérigo con un bate metálico, un martillo y un machete sin filo, hasta provocarle la muerte.
María “N”, pareja sentimental de Brandon “N”, acudió a la escena de los hechos y ayudó a limpiar el lugar y a amarrar el cuerpo del sacerdote en un sillón, envolviéndolo con cobijas y bolsas negras.
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Durante la madrugada del 30 de octubre, los tres trasladaron el cuerpo de Ernesto Baltazar a un canal de aguas negras en Nextlalpan, a una distancia de alrededor de 40 kilómetros del lugar del asesinato.
El 11 de noviembre, autoridades encontraron el cuerpo del sacerdote en avanzado estado de descomposición.
