- Los universitarios que buscan el título son quienes menos cambios hicieron para este torneo
Dime cuánto cambias y te diré qué logras. Esa podría ser la máxima del Apertura 2015, donde los finalistas son dos de los equipos que más le apostaron a la continuidad en sus planteles.
Caso contrario, quienes revolucionaron sus nóminas hoy se ven en los sótanos de la Tabla, ya en Pretemporada porque sus eliminaciones fueron las más tempranas.
Los tres fichajes de Pumas o los cuatro de Tigres contrastan con los 16 del Atlas o los 17 de Dorados, dos clubes que no solo decepcionaron sino que además cambiaron entrenador a medio torneo.
Al cuadro de la UNAM llegaron pocos pero en posiciones clave: Fidel Martínez desahogo el ataque, Alejandro Castro consolidó el mediocampo y Marcelo Alatorre fue una buena alternativa en la defensa.
En Tigres fueron cuatro: André-Pierre Gignac como refuerzo del semestre, Javier Aquino y Jürgen Damm para llenar de dinamismo el frente, además del nigeriano Ikechukwu Uche, el único fallido en gran medida por sus recurrentes lesiones.
El extremo opuesto lo representó Dorados, el equipo que para regresar a Primera incorporó 17 jugadores respecto al plantel que consiguió el ascenso. La estrategia estuvo muy lejos de funcionar porque los sinaloenses fueron el peor equipo del torneo.
Otros ejemplos fallidos fueron Cruz Azul, que totalizó 10 movimientos pero 5 de los cuales fueron en sus plazas de extranjero, a diferencia de Santos y Chivas, las excepciones de la Regla, que solo hicieron 2 y 4 fichajes respectivamente.
Sin embargo, estos dos últimos cambiaron de entrenador a media campaña, incluso los laguneros en dos ocasiones por las salidas de Pedro Caixinha y Pako Ayestarán.
A diferencia de esos festivales de banquillo, el “Tuca” Ferretti acumula 11 torneos en fila con
Tigres, con quienes vive su tercera etapa, similar al caso de Guillermo Vázquez en Pumas, cuyo capítulo actual es el segundo, en el que lleva tres campañas consecutivas.
Nadie como Pumas y Tigres para presumir continuidad. Nada como esa virtud para convertirse en finalista.
(Fuente Medio timepo)