El gallego Mariano Rajoy y los populares del PP logran la victoria anunciada en España, aunque quedan lejos de la mayoría absoluta, en un Parlamento muy fragmentado tras la votación de este domingo. El PSOE logra mantener la segunda posición en escaños, pero le sigue muy de cerca el partido de Pablo Iglesias, que sale reforzado.
Ciudadanos no logra pasar de la cuarta posición. La participación en estos comicios ha sido ligeramente superior a la de 2011, por encima del 73%. Los resultados de PP y PSOE son mejores que en las encuestas. Ninguna de las dos alianzas que parecían más posibles, según lo que se ha visto tras las autonómicas y municipales (PP y Ciudadanos; PSOE y Podemos) alcanzaría la mayoría absoluta. Son tiempos de pactos de utopía y distopía, de noches electorales de desenfreno y amaneceres de Ibuprofeno.
Un pacto ‘alemán’, entre el PP y PSOE, no es descartable en España; “las formaciones deben responder a lo que el país necesite en cada momento”, manifestó, meses atrás, el expresidente socialista, Felipe González, poniendo como ejemplo al país germano, donde las circunstancias “sí llevaron a que los dos grandes partidos se pusieran de acuerdo para sacar al país adelante” y donde “sí hay más hábito” a formar grandes coaliciones.
Desde la fundación de la República Federal en 1949, en Alemania (igual que en España o Italia) los partidos políticos están reconocidos en la Constitución. De esta forma se refuerza a estas instituciones como garantes de la democracia. La República Federal de Alemania es una democracia constitucional y federal cuyo sistema político es definido en su constitución de 1949, llamada Grundgesetz (ley fundamental). Posee un sistema parlamentario, en el cual es elegido el Bundespräsident (presidente) y el Bundeskanzler (canciller).
Actualmente existen cuatro grandes fuerzas políticas con parlamentaria en el Bundestag (legislatura 2013-2017), con 630 miembros: 310 del grupo parlamentario de CDU/CSU, 193 del SPD, 64 de La Izquierda, 63 de Los Verdes sin grupo parlamentario. En España hay a partir de este 20-D cuatro grandes partidos en un Congreso de 350 escaños, rompiéndose el bipartidismo histórico de la ‘Transición Democrática’, protagonizada por ‘peperos’ y ‘socialistas’. El PP ha conseguido 123 votos; el PSOE, 90; Podemos, 69; y Ciudadanos, 40. Los pactos ‘naturales’, PP y Ciudadanos, con 163 votos, y PSOE y Podemos, con 159 votos, se quedan a 13 y 17 votos de la mayoría absoluta. Pudiera darse una candidatura de ‘izquierdas’ promovida por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias con el apoyo de los nacionalistas vascos y catalanes, con experiencia en pactos de apoyos a programas de gobierno. La opción ‘alemana’ roza en estas horas la clandestinidad en España, no así en Alemania. No hay que olvidar tampoco que en los últimos meses, tanto el PP como el PSOE han ‘cohabitado’ con muestras públicas del querer en temas claves como la amenaza yihadista o la declaración secesionista de España por parte de los representantes de menos de la mitad de los catalanes…
El procedimiento para designar al presidente del Gobierno está regulado en el artículo 99 de la Constitución de 1978. La norma establece básicamente que el candidato propuesto por el Rey Felipe VI será investido presidente si obtiene la confianza de la mayoría absoluta de los diputados en primera votación o la mayoría simple -más votos a favor que en contra- en segunda convocatoria, 48 horas después. En caso de no lograr esa mayoría, el monarca podrá proponer a otros candidatos. Si pasados dos meses de la primera votación no se consiguiera la investidura, las Cortes quedarían disueltas y se convocarían nuevas elecciones generales.
Madrid mira a Berlín y su ‘realpolitik’ de la ‘Guerra Fría’ y el Muro
Muchas miradas se dirigen desde Madrid a Berlín, donde gobiernan conservadores-liberales con revolucionarios-socialdemócratas, CDU y CSU, por un lado y SPD, por otro. Es la ‘realpolitik’, herencia de la ‘Guerra Fría’ y el Muro que separaba la dos Alemania, la capitalista y la comunista, hasta el 9 de noviembre de 1989. CDU y CSU son ‘familia’ ideológica del PP, mientras que el SPD lo es del PSOE. La CDU y CSU, con tradición confesional y conservadora, desde los años 80 ha ido acercándose a posiciones más liberales tanto en política social como económica. ‘Colocaron’ a los cancilleres Konrad Adenauer (1949-1963), Ludwig Erhard (1963-1966), Kurt Georg Kiesinger (1966-1969), Helmut Kohl (1982-1998) y Angela Merkel (desde 2005). El SPD es un partido con larga tradición desde el siglo XIX y la mayor fuerza alemana de centro-izquierda. Desde sus orígenes revolucionarios, evolucionó hacia el centro político sobre todo a partir de su programa de Bad Godesberg en 1959, en el que renunció a la dogmática marxista. Desde 2003, el SPD llevó adelante la llamada Agenda 2010, unas reformas socioeconómicas de corte neoliberal que provocaron una escisión de su ala izquierda. Aun así, sigue siendo el partido con mayor número de militantes. El SPD puso los cancilleres Willy Brandt (1969-1974), Helmut Schmidt (1974-1982) y Gerhard Schröder (1998-2005) y participó como socio minoritario en gobiernos de gran coalición entre 1966 y 1969 y entre 2005 y 2009 y desde 2013.
El PP ha ganado las elecciones generales, pero los resultados dibujan un congreso muy fragmentado, sin mayorías ni pactos claros para gobernar. “Seguimos siendo la primera fuerza política de España (…) Quien gana las elecciones debe intentar formar Gobierno. Voy a intentar formar Gobierno, un Gobierno estable, pero no será fácil”, ha afirmado Mariano Rajoy, cuyo partido ha perdido 64 diputados respecto a 2011. Pedro Sánchez ya ha dejado claro esta noche que corresponde al PP intentar formar gobierno. El PSOE llega a su suelo histórico con 91 diputados, por debajo de su peor resultado en democracia, los 110 escaños que obtuvo Alfredo Pérez Rubalcaba en 2011.
España, un escenario italiano sin Giulio Andreotti, un grave problema
En la Italia que surgió de la Segunda Guerra Mundial se acostumbraron a tener una media de un Gobierno cada seis meses hasta la última década. Existió una cosa llamada ‘pentapartito’, una alianza de cinco formaciones, que aguantó nada menos que 12 años. También algo tan abstruso como las ‘convergencias paralelas’, una expresión del primer ministro Aldo Moro en los sesenta para decir que se podía pensar parecido sin llegar a estar de acuerdo en todo, convivir juntos sin tocarse, o combinados sin mezclarse.
El ‘compromesso storico’ fue cuando la Democracia Cristiana se planteaba acercarse a los odiados comunistas, liderados por Enrico Berlinguer. Los terroristas de las Brigadas Rojas secuestraron a Aldo Moro y lo asesinaron en 1978. En el Washington de la CIA no pudieron ocultar su satisfacción dado que era un peligro la participación en tareas de gobierno de los marxistas de entonces. Mientras tanto, en el Moscú de la KGB, ocurría otro tanto, pero otra razón. De haberse materializado el ‘ensayo’ eurocomunista, el Kremlin hubiese dejado de ser la ‘madre’ de la Internacional Comunista, también conocida como la III Internacional, así como por su abreviatura en ruso Komintern o Comintern (abreviatura del inglés: Communist International). Era una organización comunista internacional, fundada en marzo de 1919, por iniciativa de Lenin y el Partido Comunista de Rusia (bolchevique), que agrupaba a los partidos comunistas de distintos países, y cuyo objetivo era luchar por la supresión del sistema capitalista, el establecimiento de la dictadura del proletariado y de la República Internacional de los Soviets, la completa abolición de las clases y la realización del socialismo, como primer paso a la sociedad comunista, como fijaba en sus primeros estatutos.
La Liga Norte, el nuevo partido revelación en los noventa llamaba mafioso a Silvio Berlusconi todos los días hasta que se unieron con él durante más de una década. Cuando el gran movimiento de la antipolítica de Beppe Grillo irrumpió en las elecciones de 2013 el pánico entre las dos fuerzas tradicionales, de derecha e izquierda, les llevó a algo tan inimaginable como un matrimonio ‘contranatura’, que en la guerra interna consiguiente en el lado progresista se llevó por delante al supuesto ganador de los comicios, Pierluigi Bersani. El ‘abuelo’ socialista español Felipe González ya dijo en mayo de hace dos años que España iba hacia un escenario italiano pero con el grave problema de estar sin italianos para gestionarlo, como el eterno ministro de Asuntos Exteriores Giulio Andreotti. Bien, ya estamos en él. ¿Quiénes serán Julio César y quiénes Nerones?
Tres frases del diplomático humorista Giulio Andreotti, ayudan en estas horas de incertidumbre: “Excepto de las Guerras Púnicas, para las que era muy joven, me han culpado de casi todo”, “Hay amigos íntimos, amigos, conocidos, adversarios, enemigos, enemigos mortales y… compañeros de partido”, “El poder desgasta, sobre todo cuando no se tiene”. Los españoles tendrán la última palabra también en el 2019, si antes no hay nuevas elecciones…
“O se entiende que España es un país diverso y plurinacional o se está entregando el Gobierno al PP”, recalca Pablo Iglesias de Podemos
El PP ha ganado las elecciones generales, pero los resultados dibujan un congreso muy fragmentado, sin mayorías ni pactos claros para gobernar. Así las cosas, el día después comienzan los movimientos para tomar posiciones de cara a posibles alianzas. “O se entiende que España es un país diverso y plurinacional o se está entregando el Gobierno al PP, que ha sido sexta fuerza en Cataluña y quinta en Euskadi”, ha dicho Pablo Iglesias, en una llamada al PSOE a que no permita la investidura de Mariano Rajoy. Me preocupa que el PSOE quiera una gran coalición con el PP”, ha dicho. En sentido contrario presionaban esta mañana el PP y Ciudadanos, que llamaban a los socialistas a no bloquear la investidura del líder popular. Los socialistas, mientras, mantienen que es a Rajoy a quien corresponde en primer lugar la iniciativa de formar Gobierno, pero interpretan que la sociedad está pidiendo un cambio.
El PSOE pasa la oposición en virtud de las urnas y, de momento, los socialistas seguirán la línea que han marcado los electores al dar la victoria al Partido Popular. Corresponde al líder del PP, Mariano Rajoy, tratar de formar gobierno pero, de entrada, no contará con la colaboración del PSOE. Así lo ha decidido Pedro Sánchez, lo que con toda seguridad será ratificado el próximo sábado en un comité federal convocado para analizar los resultados y estudiar las acciones del PSOE. Poco movimiento desarrollará este partido en las próximas semanas, a tenor de lo expresado por el secretario de Organización, César Luena. “El PSOE actuará con prudencia y responsabilidad y es el PP el que debe intentar formar gobierno; pero el PSOE va a votar “no a la investidura de Mariano Rajoy”.
Los números indican que si el PSOE vota en contra Mariano Rajoy no podrá resultar elegido presidente del Gobierno porque con la abstención de Ciudadanos no será suficiente. ¿Tratará entonces Pedro Sánchez de formar una mayoría alternativa? A esta pregunta no hay respuesta y no la habrá hasta dentro de varias semanas, una vez que se constate que Mariano Rajoy no será capaz de sacar adelante su investidura.
Los socialistas tienen muy claro el artículo 2 de la Constitución que defiende la unidad de España, tampoco aceptarían el derecho a decidir
No le sería fácil a Pedro Sánchez tratar de formar esa mayoría alternativa toda vez que requeriría el apoyo de todo un abanico de fuerzas políticas: Podemos, Izquierda Unida, ERC, Bildu y PNV. El problema no estaría en IU ni en los peneuvistas aunque sí en todos aquellos partidos que defienden el derecho a decidir, como es el caso de Podemos aunque sea para votar no a la independencia de Cataluña. Los barones socialistas que ya se han pronunciado, como Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, alertan sobre el rechazo dentro del PSOE a hacer acuerdos “que sean un pastiche”. “A estos compañeros les digo que todos tenemos muy claro el artículo 2 de la Constitución que defiende la unidad de España”, ha precisado César Luena para dejar claro que Pedro Sánchez y su equipo tampoco aceptarían el derecho a decidir.
En esta reunión de la ejecutiva Pedro Sánchez ha adelantado a sus compañeros que optará a la reelección en la Secretaría General del PSOE cuando se celebre el próximo congreso ordinario. El cónclave tendría que celebrarse en el mes de febrero, cumplidos cuatro años del anterior, pero ante la probabilidad de que en esas fechas todavía no se haya formado Gobierno, el líder del PSOE propondrá al comité federal aplazarlo hasta la primavera, sin fecha fija.
Contra, sin, para, con Cataluña, con esta, son ocho las ocasiones en que los catalanes han acudido a las urnas desde 2010, merced a Artur Mas
Con esta, son ocho las ocasiones en que los catalanes han acudido a las urnas desde 2010, cuando Artur Mas ganó por primera vez las elecciones autonómicas y anunció que Cataluña iniciaba su propia transición democrática con el propósito de ejercer el derecho a decidir. Han sido dos legislativas, dos municipales, tres generales y una consulta alegal sobre la independencia de Cataluña, que han sacudido, fragmentado y modificado el mapa político catalán, en un adelanto de la transformación que ahora acaba de producirse en el mapa español.
Nunca se había votado tanto en Cataluña y nunca se había votado bajo tan solemnes advertencias sobre el efecto del sufragio para el futuro. “El voto de tu vida”, advertía la propaganda del Gobierno en las últimas autonómicas, las que fueron convocadas con pretensiones plebiscitarias. La historia ha llegado cansada a la cita electoral de ayer, después de haber sido invocada una y otra vez para firmas de documentos, conmemoraciones, declaraciones y naturalmente llamamientos a las urnas. Pero al final ha llegado, aunque ha sido en unas elecciones españolas que superan en capacidad transformadora a cualquier elección democrática desde las de 1977.
En las condiciones en que se han celebrado los comicios generales en Cataluña, sin Gobierno y sin rumbo claro del proceso soberanista, era evidente que su resultado iba a dilucidar varias incógnitas. Sobre el liderazgo del rupturismo en Cataluña, en favor de Podemos, que supera largamente a Esquerra. Sobre el liderazgo del nacionalismo, en favor de Esquerra y en detrimento de la vieja Convergència, imparable hacia la autodestrucción, y solo consolada por el cero absoluto de Duran i Lleida, el antiguo socio y ahora archienemigo.
También se ha dilucidado la fuerza del derecho a decidir, extensísima en votos y en diputados catalanes -¡y ojo!, españoles-, y comprobado la inclinación de la pendiente en votos y diputados en que se desliza la independencia. Estos resultados son un consejo oportunista para independentistas: antes Mas que marzo, mejor evitar el batacazo en las urnas de marzo y hacer a Mas presidente, aunque esté descalificado y debilitado, sea un presidente agónico, un cadáver político al frente de un proceso que se halla bajo la amenaza de ser absorbido por un proceso mayor y más potente cómo será la transformación renovadora de la democracia española.
La aportación de Cataluña a esta transformación es notable, especialmente el impulso de cambio de la nueva izquierda aglutinada por En Comú Podem, al estilo de lo que sucedió en la transición entre el PSC i el PSUC. Pero no se trata únicamente de una aportación desde Cataluña, sino desde el conjunto de la pluralidad hispánica, sin la que no se explica que Podemos llegue a situarse tan alto, como segunda fuerza en número de votos. Sin Cataluña no se entiende el resultado de Podemos, pero ahora se trata de saber cuánto contará Cataluña, es decir, la España plural, en la organización de este paisaje transformado que hoy se abre ante nuestros ojos.
De los 28 Gobiernos de la UE, 22 resultan de una coalición, la solución menos mala en un escenario de fragmentación parlamentaria
Debe llegar la hora de los Gobiernos de coalición. Lo valida la experiencia comparada, pues en Europa es lo habitual. De los 28 Gobiernos de la UE, 22 resultan de una coalición entre dos o más partidos. Hasta ahora eran 23.Las elecciones celebradas en 2015 en Grecia, Finlandia, Dinamarca y Portugal no han cambiado ese formato, aunque sí sus componentes ideológicos. En Portugal, hacia la izquierda; en Dinamarca, hacia la derecha. Solo en Reino Unido se ha pasado de un Gobierno bipartito conservador-liberal a uno monopartidista, tory.
Más aún que por la experiencia de los vecinos, la coalición es la solución menos mala en un escenario de fragmentación parlamentaria. Y en ciertos casos, no se trata solo de la más aconsejable, sino de la única posible, por imperativo de la aritmética parlamentaria: entonces, se hace de la necesidad virtud, a la espera de que el hábito haga al monje.
Un Gobierno pluripartidista suele ser la salida que ofrece mayor estabilidad política -un valor evidente, sobre todo en épocas críticas-, en defecto de uno de mayoría absoluta. Ofrece en principio más solidez que, en escalera descendiente, un Gobierno en minoría con alianzas parlamentarias de legislatura, u otro con apoyos de geometría variable, la fórmula más volátil.
La experiencia histórica europea muestra una mayor propensión a coaliciones de partidos que comparten espacio ideológico, o son fronterizos: el caso típico es el de la Italia de la era de la Democracia Cristiana y sus cercanos, los famosos equipos formados por pentapartiti. Pero también se echa mano de esta fórmula en escenarios más difíciles, entre partidos directamente contrarios entre sí, que concitan la máxima rivalidad. Es el caso de la gran coalición alemana entre democristianos y socialdemócratas.
Como es la fórmula a primera vista más contra natura, conviene detenerse en ella. Se ha producido en tres ocasiones: 1966, 2006 y 2013. No siempre ha sido la única salida. En la última hubo otras opciones posibles (como un pacto izquierdas/ecologistas). Se fraguaron en intensas negociaciones. La actual coalición fue precedida de dos meses de intensos debates (el último, una maratón de 17 horas), con participación de 75 especialistas, que produjeron un pacto detalladísimo: un programa de gobierno de 185 páginas, sometido al voto de ratificación de los 475.000 militantes socialistas.
El secreto de las coaliciones sólidas es garantizar la lealtad mutua. Y esta se basa en que todas las partes obtengan logros clave y evidentes que en ausencia de pacto no alcanzarían.
La prensa internacional destaca la incertidumbre tras el 20-D, los diarios coinciden en el auge de Podemos y la dificultad de formar Gobierno
El influyente diario británico Financial Times, referente de la prensa económica, es uno de los rotativos más duros con el resultado electoral del 20-D. “España se dirige a la inestabilidad política”, tras perder Mariano Rajoy la mayoría en el Congreso, dice el periódico en la portada de su versión impresa. Con los resultados del 100% del escrutinio, el diario tilda esa “inestabilidad” de “lío” político. No muchos diarios europeos pudieron llevar a portada el resultado electoral en España por la hora de cierre del escrutinio. En su versión online, el también británico The Guardian opta por destacar el “fin de la era de los dos partidos” y la llegada de nuevas formaciones, con foto en la home de dirigentes de Podemos, tras el discurso poselectoral. La primera página de The Times tampoco recoge el resultado de las elecciones, pero su versión digital titula ya esta mañana: “España afronta una coalición de izquierdas”. La cadena británica BBC informa del próximo inicio de las conversaciones para formar gobierno ante la “incertidumbre política” derivada de los resultados.
Entre los titulares más llamativos de la prensa internacional esta mañana está el del diario italiano Il Messaggero, que encabeza la primera página de su edición impresa con: “Caos en España: no hay ninguna mayoría”. Il Corriere della Sera aún lleva en su primera del papel una versión provisional en la que ya se hace eco de que no hay mayoría de ninguna formación para gobernar. En su versión online, el periódico italiano destaca el “adiós al bipartidismo”. Su competidor, La Repubblica, con foto en cabeza en su digital de Pablo Iglesias, líder de Podemos, señala que la “gobernabilidad” será una suerte de puzle tras el resultado de las urnas.
El diario vespertino francés Le Monde tilda en su edición digital de “misión imposible” la formación de gobierno por parte del actual presidente Mariano Rajoy. El rotativo Liberation, que dedica su primera a un reportaje sobre la yihad, encabeza en un sumario de portada con el titular “El despegue de Podemos”. En su versión digital, el rotativo afirma que la derecha encabeza los resultados del 20-D, mientras la izquierda está “fragmentada”. Como Liberation, el diario francés Le Figaro publica en su edición web una pieza para desentrañar el éxito de Podemos, mientras que en la información general hace hincapié en la falta de mayorías.
En el quiosco alemán, entre las grandes cabeceras, el FranKfurter Allgemeine Zeitung es el único que lleva a primera de su edición impresa las elecciones generales en España, de las que apunta una “gran derrota para los partidos tradicionales”. Al otro lado del Atlántico, el influyente The New York Times incluye un sumario en su primera del papel en el que informa de la pérdida de la mayoría del Gobierno del PP y destaca que el liderazgo del país queda “confuso”. En su versión digital, no obstante, el 20-D ya no ocupa un lugar destacado. Su competidor The Washington Post hace una mención en su web sin destacado en portada a las “duras” conversaciones que se esperan tras el 20-D para formar gobierno. Mientras, la edición digital de la cadena estadounidense CNN, una de las más visitadas por los internautas, titula: “Partido de gobierno a la espera en España”.
Un pacto ‘alemán’, entre el PP y el PSOE, no es descartable en España; los ‘barones’ socialistas anuncian que votarán ‘no’ a la investidura de Mariano Rajoy, a la vez que recalcan que no se puede pactar con partidos que cuestionan la unidad de la nación; los españoles desean una nueva figura presidencial, el socialista Pedro Sánchez ‘delira’ con ir a La Moncloa; “Hay amigos íntimos, amigos, conocidos, adversarios, enemigos, enemigos mortales y… compañeros de partido”, decía el político italiano Giulio Andreotti; tiempos de pactos de utopía y distopía, de interminables noches electorales de desenfreno y amaneceres de Ibuprofeno.
@SantiGurtubay
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