El Año Nuevo trae consigo innumerables rituales y uno de los clásicos es el de usar ropa interior roja, motivo por el cual no es raro ver ofertas de estas prendas en los supermercados y centros comerciales, pero ¿sabes cómo empezó esta tradición?
El origen se remonta a la Edad Media, época en la que el color rojo estaba prohibido por ser símbolo de brujería, explica el sitio web Un Como.
Pero en invierno cuando todo parece estar muerto por las heladas, el color rojo se convierte en un símbolo de sangre y de vida y se creía que atraía a la buena suerte.
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Al estar prohibido este color, el pueblo optó por ocultarla dentro de sus ropas, quedando de esta forma la tradición establecida hasta nuestros días.
¿Roja o amarilla?
La tradición más arraigada, en varias partes del mundo es que la ropa interior de Fin de Año debe ser roja debido a que se tiene la creencia que atrae la suerte en general y es un color imprescindible para asegurarse que todo va a ir bien en el nuevo año.
Sin embargo otra tradición dice que la ropa interior roja sirve sólo para atraer el amor y la pasión y que la ropa interior amarilla trae buena suerte y fortuna.
Otra condición es que para que todos estos deseos se cumplan la ropa interior debe ser regalada. Así que ponte de acuerdo con alguien para que no te falte el detalle.
Para las chicas ya sea de encaje o satén, se lleva lencería roja, sugerente y nueva. Sujetador, tangas o calzones, según la preferencia. Si se trata de un chico, también hay slip o unos bóxer.
Si no te late lo de la ropa interior…
Finalmente, si no te apetece lo de la ropa interior, puedes optar por ponerte un lazo rojo en la muñeca izquierda; o como último y simbólico recurso, hacer un lazo rojo para adornar las uvas.
Lo importante es no quedarse fuera de la ‘repartición’ de la buena suerte para el próximo año.
Fuente: Sipse