No se trata de declarar la guerra a tablets, videojuegos o cualquier dispositivo electrónico, mucho menos de erradicar las figuras de superhéroes o muñecas descendientes de monstruos y de personajes de cuentos de hadas, sino de darle una posibilidad a los Reyes Magos de complementar las tradicionales peticiones con otro tipo de juguetes, que les servirán a los niños para divertirse y, a la vez, aprender y desarrollar capacidades casi sin darse cuenta.
Se trata de los juguetes didácticos, como las regletas, los pulsómetros, los dominós de fracciones y de números romanos, cubos de madera con las tablas de multiplicar, ábacos coloridos o rompecabezas para conocer el cuerpo humano y los productos animales.
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Los juguetes didácticos permiten desarrollar un proceso de enseñanza-aprendizaje de tal manera que el niño adquiere o refuerza conocimientos y habilidades de manera casi inconsciente, gracias a la dinámica del juego.
Estos juegos tienen dos componentes, uno de entretenimiento y otro educativo. Cuando los niños juegan se divierten y también se educan, aunque se haga sin intención.
Son juguetes que ayudan al niño en diferentes dimensiones: afectiva, motriz, cognitiva y social”, explica Sharon López Gracida, sicóloga por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)-Xochimilco.
Mediante ellos, señala la especialista, es posible aumentar la disposición hacia el aprendizaje, además de que fomentan la observación, la atención, capacidades lógicas, la fantasía, la imaginación, la iniciativa y el potencial creativo. Por eso muchos de ellos son aplicados en escuelas con ciertos sistemas educativos.
Este tipo de juguetes se caracteriza, además, porque requiere, enfatiza Sharon López, de una mayor participación de los adultos. Y eso es necesario desde el momento de la elección, pues no basta con acudir al centro comercial a surtir la cartita a los Reyes como si fuera lista de supermercado, sino de determinar qué juguete didáctico es el adecuado para el pequeño o qué capacidad o habilidad se quiere fomentar o reforzar.
Hay que tomar en cuenta la etapa de desarrollo y el aprendizaje, pero con estos juegos los niños le meten más coco al hacer toda la dinámica, y son muy divertidos, por sus colores, sonidos. Aprenden más fácil que con un pizarrón”, agrega la sicóloga.
Así, los Reyes pueden dar una agradable sorpresa este 6 de enero y dejar junto a los tradicionales superhéroes y muñecas un juguete didáctico. Y lo mejor, puntualiza López, es que con esos juguetes también se necesita una mayor interacción de los padres con el menor, para enseñarle las reglas del juego y comprobar que se avanza en los resultados esperados.
Nos sirven a todos, a los niños y a los adultos, porque hay más tiempo compartido con los padres, que les pueden dedicar a los hijos más minutos al día. Yo pienso que aquí pasa algo muy diferente a los juguetes electrónicos, porque con éstos se puede dejar solo al niño mientras el adulto se dedica a otras cosas, porque con ellos es muy fácil delegar en lo electrónico mi responsabilidad como padre.
Claro, si los Reyes llegan sólo con un juguete didáctico pues sin duda haces que el niño se sienta raro, pero se puede combinar con una muñeca y un dominó de fracciones, por ejemplo. Entonces siente que los Reyes se han dado cuenta que quiere divertirse y aprender”, concluye Sharon López.
(FUENTE: EXCELSIOR)
