El grupo terrorista Estado Islámico secuestró al menos a 400 civiles en la ciudad siria de Deir ez-Zor, después de matar a más de un centenar de personas en esa localidad, la última atrocidad de la organización yihadista.
“Entre los secuestrados, todos ellos sunitas, hay mujeres, niños, familias y combatientes prorrégimen”, aseguró la organización no gubernamental el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Las víctimas fueron secuestradas en Al Bgheliyeh, la periferia noroeste de Deir ez-Zor, y en las inmediaciones, para ser conducidas a regiones en poder del EI de la provincia del mismo nombre y de la vecina Raqa, según el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
Este último teme que el EI “ejecute a civiles y convierta a las mujeres en esclavas sexuales, como ya hizo en el pasado”.
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El sábado, el EI lanzó una gran ofensiva en varios sectores de Deir ez-Zor, conquistando en torno a 60% de la ciudad, aunque algunas partes y un aeropuerto militar cercano siguen bajo control del régimen del presidente sirio, Bashar al-Assad.
La ofensiva del EI empezó la noche del sábado, cuando ocho de sus miembros atacaron con armas de fuego el hotel Al Furat, donde se alojaban miembros de las fuerzas gubernamentales sirias en el barrio homónimo, según la radio Al Bayan, que emite por internet y depende de los yihadistas.
Los atacantes mataron a “decenas” de los miembros de las fuerzas sirias, según la fuente, y luego detonaron sus cargas explosivas, lo que elevó aún más la cifra de los muertos.
Por su parte, según el OSDH, las tropas gubernamentales y las del EI protagonizaron algunos combates intermitentes en el noroeste de la ciudad ayer, mientras que Al Bgheliyeh fue bombardeada por la aviación rusa, aliada del régimen.
Antes del rapto masivo de civiles en esa localidad, los yihadistas habían matado al menos a 85 civiles y a 50 combatientes prorrégimen, la mayoría ejecutados, según la misma ONG.
Sin embargo, la agencia oficial siria Sana denunció que fueron 300 las personas asesinadas.
De confirmarse esa cifra, se trataría de una de las peores matanzas perpetradas en un solo día desde el inicio del conflicto en marzo de 2011.
Desde el inicio del conflicto, 260 mil personas han muerto en Siria y millones se han visto desplazadas o exiliadas.
Tras varias tentativas fallidas para resolver el conflicto, la Organización de las Naciones Unidas tratará nuevamente de reunir al régimen y a la oposición el 25 de enero en Suiza para negociar un alto al fuego y una transición pacífica.
(FUENTE: EXCELSIOR)