Aquí te presentamos una serie de recomendaciones para evitar que te enfermes; aplicar cuidados sencillos puede ahorrarte algunos cuadros gripales que padecemos los adultos.
Esta vez haz caso a los consejos de tu abuelita. Aquello que te decían sobre «taparte bien» el pecho y la boca durante el frío de la mañana es una de las máximas para no pescar un resfriado común, típico de estas fechas.
“Porque para prevenir un cuadro respiratorio, no hay mejor receta que regresar a lo básico”, dice la Federación Mexicana de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello.
Aplicar cuidados sencillos puede ahorrarte alguno de esos cuatro a seis cuadros gripales que los adultos padecemos al año, en promedio. La intensidad con que sus síntomas se presentan depende de factores como estrés, alimentación y horas de sueño.
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Los signos aparecen normalmente entre uno y tres días posteriores a la exposición del virus y se hacen más intensos hacia el cuarto. El cuadro dura alrededor de 10 días y suele ser más agresivo en personas con defensas bajas y enfermas previamente.
Estás a tiempo de detenerlo
Cúbrete la nariz y la boca cuando salgas al aire fresco. Los cambios bruscos de temperatura provocan un desequilibrio en el organismo. Nunca salgas con el pelo mojado ni aspires el aire frío.
Lávate bien las manos con agua y jabón, durante 20 segundos, antes o después de saludar a una persona. Eso puede ahorrar muchos contagios, pues los gérmenes permanecen vivos hasta 72 horas.
Come más frutas con vitaminas A, C y D, por su efecto protector y antioxidante. Hablamos de mandarinas, naranjas, fresas, kiwi, melón, pimiento y jitomate. Inclúyelas con regularidad en tu alimentación, no sólo en los meses fríos.
Evita aglomeraciones, aires acondicionados y estar cerca de personas enfermas.
Si ya te enfermaste
Tu organismo necesita recuperarse. Descansa del teléfono, la computadora y otros distractores.
Toma muchos líquidos, porque una enfermedad respiratoria te deshidrata. Una vez usados los pañuelos desechables, tíralos, pues podrías volverte a contaminar. Si son de tela, no los vuelvas a usar hasta que los hayas lavado.
No tomes medicamentos si no hay una receta de por medio. Ve con el médico, él te dirá cuáles son los adecuados.
Si vas a toser o estornudar, usa la parte interna del brazo para contenerlo. Evita dar besos y la mano, y no compartas utensilios. Evita los lugares donde fumen. El cigarro reseca los pulmones y no te permite aliviarte pronto.
¿Cómo te sientes hoy?
En general todos los padecimientos de vías respiratorias altas cursan con los mismos síntomas: congestión nasal, malestar generalizado, dolor de cuerpo, de las articulaciones y de manos; garganta irritada, cansancio, pérdida de las ganas de hacer las cosas, dolor de ojos y párpados.
Si se trata de un resfriado común, el padecimiento se cura por sí solo, en una semana, con cuidados básicos, pero si los síntomas no desaparecen o empeoran, hay que acudir inmediatamente al médico, sugieren los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Ubica tus síntomas
Resfriado o catarro común: Nariz tapada, ojos llorosos, fluido nasal, dolor de cuerpo. Pon el doble de atención si tienes fiebre, pues quizás se trate de una infección.
Laringitis: Inflamación de las cuerdas vocales, síntomas similares al de un resfriado común, tos ronca, afonía y dificultad para respirar.
Faringitis: Irritación de la garganta, a veces de los ganglios linfáticos, con dolor al tragar, fiebre, congestión nasal purulenta, dolor de cabeza y articulaciones.
Laringotraqueobronquitis: Se trata de una complicación en la que ya se inflamó la laringe. Hay dolor de cuerpo y tos seca.
Rinosinusitis: Las secreciones son purulentas, la garganta está muy irritada, la tos es continua, hay dolores musculares y la fiebre es de más de 39 grados.
Otitis: Dolor intenso de oídos y escurrimiento de líquido. Esto puede desaparecer de pronto, pues puede curarse por sí solo o porque se reventó el oído.
Fuente: CNN