El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, dijo que la aplicación de tecnologías más avanzadas indujo a una mayor volatilidad en materia cambiaria.
La fuerte depreciación del peso en los últimos meses tuvo que ver con movimientos especulativos en el mercado cambiario, que se aceleraron gracias a la aplicación de tecnologías más avanzadas, explicó ayer jueves el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens.
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“(El peso) no ha sido la única divisa, muchos países han sufrido la misma estrategia. La aplicación de tecnologías más avanzadas, cuando menos en el corto plazo, ha inducido mayor volatilidad y no es un hecho exclusivo en materia cambiaria”, destacó Agustín Carstens en la conferencia sobre el reporte de inflación al cuarto trimestre de 2015.
Asimismo, el banquero dijo que ese fenómeno no es exclusivo de México, debido a que se han presentado en diferentes bolsas de valores y en los bonos emitidos por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
La moneda mexicana se ubica por encima de los 18 pesos por dólar tras una depreciación adicional de más de 5.0% en lo que va del año, la mayor entre las economías emergentes con tipo de cambio flexible, de acuerdo con un análisis de BBVA Bancomer.
Durante la conferencia de prensa, Carstens dijo que es complejo saber con exactitud quiénes están aplicando estos mecanismos tecnológicos que han generado volatilidad.
“No tenemos la capacidad de saber quiénes están detrás de estas operaciones, muchas de ellas se hacen fuera de México. Estos mecanismos llevan a mercados más eficientes, pero eso no descarta que en algún momento dado también lleven a ciertos comportamientos erráticos”, precisó el gobernador de Banxico.
A principios de febrero, la entidad financiera consideró adecuado seguir interviniendo en el mercado cambiario con subastas diarias de 200 millones de dólares y ofertas adicionales para contrarrestar los choques externos sobre el peso.
Pero el día 17, la Secretaría de Hacienda y Banxico anunciaron una serie de medidas para desincentivar los movimientos especulativos, como el aumento de 50 puntos base a la tasa de interés de referencia y la suspensión de las subastas diarias a cambio de intervenciones más selectivas y discrecionales en el mercado cambiario.
¿El cambio de política llegó tarde?
Algunas de las apuestas más agresivas en contra del peso mexicano en el mercado de derivados de moneda de Chicago se cerraron casi una semana antes de la acción del banco central, según una investigación de Reuters publicada el 19 de febrero, con datos de la Comisión de Operaciones de Futuros de Estados Unidos (CFTC, por sus siglas en inglés).
La posición neta corta de fondos de cobertura y otros grandes especuladores en futuros y opciones del peso negociadas en el Chicago Mercantile Exchange registraron la semana pasada su mayor caída en cuatro meses.
La salida, que representó una caída neta de más de 32,000 contratos con valor de unos 850 millones de dólares (unos 16,000 millones de pesos), redujo la posición neta corta entre especuladores que se hallaba cerca de un máximo de seis meses.
Pero mientras que la intervención quizá no lastimó a los especuladores tanto como podría haberlo hecho, el cambio de México hacia una nueva política discrecional podría aún ser un gran disuasorio para las posiciones cortas en pesos.
El peso ha sido blanco favorito de los especuladores para tomar posiciones cortas desde finales de septiembre del 2014, cuando la moneda salió de un periodo de relativa estabilidad contra el dólar e inició un progresivo descenso.
El miércoles 17 de febrero, tras el alza de la tasa en México y la primera venta directa de dólares en el mercado desde 2009, el líquido contrato de futuro de pesos con vencimiento a mediados de marzo registró un volumen récord de más de 128,000 contratos, unas tres desviaciones estándar por encima de la norma.
El interés abierto cayó en cerca de 6,500 contratos, el máximo descenso en un mes y un indicador de que operadores cerraron posiciones.
El contrato de peso a marzo ganó más de 2.8% en la sesión del miércoles, la mayor ganancia en más de cuatro años, y subió otro 0.3% el jueves.
Fuente: Forbes