Hacer la primera comida del día nada más despertar tiene sus beneficios: por ejemplo, favorece el efecto vientre plano y reduce el riesgo de enfermedades cardíacas
Muchos la consideran la comida más importante del día. Sin embargo, también son muchos los que se saltan el desayuno. Los beneficios de realizar esta ingesta de forma completa y equilibrada cada día son incontables: una comida que ayuda a poner nuestro cuerpo en marcha y que le proporciona la energía necesaria para funcionar durante la mañana. Con esta máxima premisa, hay otras cuestiones que se desconocen de la primera comida del día y que revela en una nota de prensa la marca Kaiku Sin Lactosa:
1. El desayuno permite controlar los ingredientes que ingerimos mejor que otras comidas: en el desayuno distinguimos mejor entre los distintos grupos de alimentos. La norma 60-15-25 (60% hidratos + 15% proteínas + 25% grasas saludables) es más fácil de respetar que durante la cena o, fundamentalmente, la comida.
2. Según la Encuesta Nacional de Salud de España, el tipo de desayuno predominante entre la población española consiste en algo líquido más pan, galletas, cereales o bollerías. Este tipo de desayuno (consumido por un 49,5% de los encuestados) supera con mucho al siguiente desayuno más popular, consistente en únicamente algo líquido (14%): café, té, leche, yogur o cacao. Como tercera opción, el desayuno más completo: alimento líquido, fruta y alimentos sólidos como pan o cereales; consumido por solo un 13% de la población.
3. Combate el sentimiento «hangry». Mezcla de «hungry» (hambriento) y «angry» (enfadado), este sentimiento surge cuando nos saltamos alguna comida, como por ejemplo el desayuno. La glucosa contenida en hidratos de carbono como los cereales ayuda a mejorar nuestro humor durante el día.
4. Ayuda a comer mejor durante el resto del día: Los estudios demuestran que aquellos que realizan un desayuno completo se decantan, a lo largo del día, por alternativas más saludables.
5. Favorecemos el efecto vientre plano: La combinación de lácteos sin lactosa, que aseguran digestiones ligeras y combaten la hinchazón, con algunas modalidades de té como el negro (equilibrante de los niveles de cortisol para luchar contra el estrés), sirve para realizar una operación bikini exprés cada mañana.
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6. Reduce el riesgo de enfermedades cardíacas: Distintos estudios afirman que desayunar se relaciona de manera directa con un menor riesgo de enfermedades del corazón. En cambio, saltarse la primera comida del día se relaciona con hipertensión y mayor cantidad de azúcar en sangre.
7. Ayuda a la pérdida y el mantenimiento de peso: sí, desayunar adelgaza si la ingesta de alimentos durante el día se planifica y distribuye de manera óptima. En un reciente estudio, se demostró que, consumiendo el mismo número de calorías, los individuos que concentraban una mayor cantidad durante la mañana eran más propensos a adelgazar y mantenerse en su peso óptimo que aquellos que aumentaban su ingesta durante la cena.
8. Ayuda a la productividad a primera hora de la mañana. El sentimiento de bloqueo e improductividad durante las primeras horas de trabajo es familiar; desayunar de forma equilibrada, por el contrario, ayuda a mejorar nuestro rango de atención y aumenta nuestra capacidad cognitiva. La horquilla horaria entre 9 y 11 puede convertirse en una de las más productivas del día si la precede un desayuno adecuado.
9. El desayuno tal y como lo conocemos es una invención reciente: la historiadora americana Abigail Carroll sitúa el origen del desayuno actual en la segunda mitad del siglo XIX. Antes, la primera comida del día se asemejaba más a la cena o a un almuerzo, incluyendo alimentos como la carne. La evolución hacia el desayuno que conocemos hoy en día se produjo paulatinamente, debido a las indigestiones producidas por los ingredientes más contundentes.
10. El yogur es un alimento obligado. Pocos imaginamos que consumir yogur para desayunar es un fenómeno reciente. El «New York Times» atribuye a los años 80 el boom del yogur a primera hora gracias a la popularidad de los yogures desnatados. Un yogur sin lactosa yuda a la digestión, refuerza el sistema inmune desde primera hora de la mañana, y contribuye a la sensación de saciedad necesaria para evitar picoteos poco saludables a lo largo de las primeras horas.