Un desayuno completo y equilibrado tiene que tener proteínas, hidratos y grasas que doten al organismo de los nutrientes necesarios para que funcione perfectamente.
El desayuno forma la comida más importante del día, ya que en ella reponemos las energías después de toda una noche en ayuno, y nos da las que necesitamos para afrontar el día. Sin embargo, existen seis errores que solemos cometer y que terminan estropeando nuestra primera comida del día. Le mostramos cuáles son estos fallos para que los evite cada mañana.
1. Excederse con la sal
Un consumo elevado de sal termina afectando a nuestra salud y estética. Por ello, debemos tener cuidado y ser cautos cuando incluimos en nuestros desayunos el pan de molde, el queso, los embutidos,… También debemos ser precavidos con los dulces ya que destacan por su elevado contenido en sodio como los bollos, las galletas o los cereales. Este exceso de sal provocará que el organismo tenga más posibilidades de deshidratarse, de retener líquidos y de contar con una circulación sanguínea menos eficiente.
2. Olvidarse de los
Un desayuno equilibrado debe ser completo. Si toma un zumo o un café con galletas, el cuerpo necesitará de proteínas para saciarse, al igual que si toma un vaso de leche o un huevo, le faltarán hidratos complejos que le den energía para afrontar el día. Por ello, se recomienda que en su desayuno haya proteínas, hidratos y grasas que doten al organismo de los nutrientes necesarios para que funcione perfectamente.
3. Falta de agua
Un vaso de leche o un té no es suficiente líquido. Será necesario que se cubran las necesidades de agua para contribuir a una correcta digestión de otros alimentos, además de favorecer la circulación. De este modo, podrá ingerir medio litro de líquido si al zumo o a la leche le añade un vaso de agua.
4. Pasarse con el azúcar
Recuerde que el azúcar se encuentra presente en muchos alimentos, por lo que si su desayuno se centra principalmente en productos industriales o le añade unas cuantas cucharas de azúcar al café o al zumo, estará recargando al organismo. Como consecuencia, unas horas después de su desayuno notará un brusco bajón de energía, además de abrírsele el apetito. Esto puede afectar a su salud a largo plazo.
5. Olvidarse de las grasas
No tienen muy buen fama, pero son necesarias para obtener un desayuno completo. Las grasas más saludables se consiguen del aceite de oliva, de los frutos secos o del aguacate. En la bollería también encontrará grasas, aunque de menor calidad.
6. No consumir las suficientes calorías
Sabemos que no debemos excedernos con las calorías, pero tampoco es bueno quedarnos cortos. Hay que recordar que el desayuno debe tener el 30% de total de calorías de la jornada. Si no realiza un desayuno completo, seguramente comience el día sin vitalidad y energía, llevándole a picar entre horas a lo largo de la mañana.
Fuente:Economiahoy