La campaña de Mauricio Góngora es frugal. No es modesta, sino austera, como es la vida y la personalidad del candidato del PRI. Mauricio está alejado del boato de las campañas tradicionales del PRI. No hay grandes espectaculares, ni derroche de banderines o de bardas con su nombre y con frases rimbombantes. En las redes sociales su presencia es efectiva, pero esta modalidad de la propaganda política es barata. Sus spots en la radio y la televisión están regidos por las normas del INE.
En sus campañas lo acompañan líderes sociales de los lugares que visita. No hay grandes caravanas de vehículos, no van las tradicionales copetonas esposas de políticos y empresarios que por primera vez pisan las colonias populares. Mauricio no realiza concentraciones masivas, salvo cuando las circunstancias lo exigen. Como, por ejemplo, la visita de algún dirigente nacional de su partido. No organiza grandes comelitonas por cualquier motivo.
Mauricio camina, camina mucho. Saluda a la gente y la gente lo saluda con naturalidad. Porque el candidato es un hombre sin poses. No usa ropa de grandes y, por lo tanto, caras y exclusivas marcas. Usa lo que le sienta cómodo. Sonríe y platica con todo mundo. A los que conoce les recuerda experiencias, anécdotas y vivencias. Sus discursos, cuando es necesario pronunciarlos, son claros y directos. Rehúye los eufemismos y la retórica de los políticos tradicionales.
Mauricio está realizando una campaña frugal porque así lo exigen los tiempos, porque no tiene dinero para derrochar. Es por ello que su campaña llega a la gente. Su mensaje todos los entienden. La gente se identifica con su estilo sin soberbia. Mauricio es una persona de carne y hueso que no se siente semidios ni salvador de nadie. Él quiere ser gobernador para servir a la ciudadanía, a su gente, a los que creen en él y quieren un futuro mejor para sus hijos.
Su esposa Cinthya es una mujer trabajadora que se identifica con la inmensa mayoría de las mujeres de Quintana Roo. Su gran valor es la familia. La unidad y la fortaleza de la familia es uno de los principios fundamentales para salir adelante. No se puede lograr nada fundamental sin la familia.
Mauricio no es un político de actitudes y palabras grandilocuentes. Es un político de hechos, aunque si se trata de debatir sus argumentos son sólidos y contundentes porque tiene el conocimiento y la información suficiente sobre la realidad económica, social, política y cultural de Quintana Roo.
