Como padres tenemos una gran responsabilidad: que nuestros niños sean felices, que tengan salud, bienestar y, lo más importante, se mantengan en un peso adecuado a su edad.
Por todo ello es indispensable hacer elecciones inteligentes en cuanto a los alimentos que les proporcionamos, que deben brindarles los nutrientes necesarios para su desarrollo; así como tomar consciencia de la cantidad de ellos que deben ingerir nuestros hijos. Para hacerlo más fácil aquí te traemos algunas recomendaciones.
¡Olvídate de la obesidad infantil!
Sabemos que cada niño tiene necesidades calóricas diferentes, dependiendo de su estatura, complexión, edad y actividad física; sin embargo, los especialistas recomiendan en general:
1 de cada 3 niños en México padecen obesidad y corren el riesgo de desarrollar diabetes, infartos o insuficiencia renal en la adultez.
1. Elige buenas calorías
Hay muchas calorías vacías en las bebidas que tus hijos ingieren, incluso todos los días. Un ejemplo son los envases de tetrapack con leche saborizada, que contienen químicos y colorantes artificiales; lo mismo ocurre con los jugos o refrescos que están adicionados con azúcar.
En su lugar ofréceles agua natural y agrégale a éstas sustitutos de azúcar (Splenda). De esta forma garantizarás que tu hijo se mantenga sano e incorpore algo de sabor dulce a su cuerpo.
2. Realiza más actividad física
Ya lo sabemos, la mayoría de los niños se la pasan jugando con el celular, la tableta o los videojuegos, pero como mamá tienes que darte a la tarea de, por lo menos tres veces a la semana, salir con tus hijos al parque, a caminar, andar en bicicleta o practicar algún deporte. Notarás la diferencia.
3. Controla las porciones
La imagen que te compartimos te demuestra que las porciones son muy importantes, algo que aplica tanto para niños como para adultos. Tienes que mantener un adecuado equilibrio entre las frutas y las verduras, así como en la cantidad de harinas, azúcares y grasas.
4. Predica con el ejemplo
Más allá de fijarte en argumentos o estadísticas, debes estar consciente que eres un ejemplo de vida: lo que hagas en casa, en la calle, la forma en cómo te desenvuelves con los demás, lo replicarán tus hijos.
De ahí la importancia de que seas coherente con lo que dices y con tu comportamiento. Si vas a inculcar hábitos saludable,s hazlo como un estilo de vida y no por moda. ¡Educa niños sanos para que sean adultos responsables!
FUENTE: SALUD 180