Eran las 15:10 horas cuando el cielo se veía nublado, y en ese momento se sintió una fuerte ráfaga de viento y lluvia que simulaba un minitornado, que arrancó ramas de los árboles y alcanzó a levantar desde su raíz a otros, lo que generó que la gente corriera a resguardarse.
Quienes estábamos dentro de la Gran Plaza escuchamos un tronido de los vidrios de la planta alta, como si se hubieran roto, y de inmediato personal de seguridad, con los sillones que hay en la planta baja, resguardaron la zona y desconectaron la escalera eléctrica, mientras que los empleados empezaron a cerrar la mayoría de los negocios, porque se fue la luz.
En la entrada principal, donde hay puertas corredizas empezaron a volar ejemplares de periódicos que se metieron hasta el lobby, mientras que madres de familia consolaban a sus hijos que estaban llorando, porque fueron cinco minutos de angustia, que provocaron que todo el que tuviera un teléfono celular de inmediato se comunicara con sus familiares para saber si estaban bien.
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El director de Protección Civil, Mario Castro Madera, a quien se le contacto por celular a 15:30 horas, dijo que le llamáramos en dos horas, porque tenía a su personal evaluando la situación.
“Veníamos en nuestro auto, estábamos en el semáforo en avenida Nichupté, de pronto oímos un trueno y en eso alcanzamos a ver que pasaba enfrente de nosotros una rama de un árbol y rápido nos metimos al estacionamiento de la Gran Plaza, porque fue una cosa impresionante lo que pasó en cuestión de segundos”, dijo la señora Beatriz Pérez.
En la calle Kinic, atrás de la Gran Plaza, rumbo al Hospital de Especialidades del IMSS, había ramas de palmeras en la calle y un árbol salido de su raíz quedó inclinado, estorbando el paso de autos, lo que hace pensar que la fuerza de ese fenómeno natural, que duró unos cuantos minutos, fue impresionante.
Fuente: La Verdad
