Entre 1947 y 2014, cinco islotes del archipiélago de las Islas Salomón, en el océano Pacífico, desaparecieron y otros seis perdieron entre 20 y 60 por ciento de su superficie
La desaparición de los islotes, todos menores de cinco hectáreas, dramatiza sin embargo un proceso de elevación de la superficie del mar.
Pero según todas las previsiones, no serán las últimas ni las más pequeñas afectadas por un fenómeno que en el curso de las próximas décadas amenaza literalmente a todas las ciudades costeras del mundo.
De acuerdo con un estudio hecho por la Universidad australiana de Queensland, en torno a una treintena de islas del archipiélago de las Salomón, que analizó imágenes satelitales y aéreas de 1947 a 2014, dos de las islas afectadas por la reducción de su superficie ya debieron ser evacuadas.
El proceso no es nuevo, ni ha dejado de ser reportado, pero es uno más de los datos que se apilan en la realidad tanto como en estudios especializados sobre efectos directos o indirectos del calentamiento global y cambio climático.
El fenómeno se atribuye en gran medida al derretimiento de glaciares, con sus consecuencias para los habitantes y la naturaleza de las zonas afectadas, especialmente en las regiones polares o semipolares, y su efecto en otras partes del mundo.
Sin embargo algunos científicos autores del reporte cuestionaron la precisión de las causas, aunque en el fondo no variaron tanto. De acuerdo con el reporte original, las aguas alrededor de las Salomón han crecido unos siete milímetros anuales, al doble que el promedio mundial.
El aumento no se debe sólo al deshielo, según precisó el doctor Simon Albert, uno de los autores del estudio. Los vientos alisios “básicamente han empujado agua hacia el Pacífico Occidental y empujado esos excepcionalmente altos niveles de agua (alrededor) de las Islas Salomón”, explicó.
Pero subrayó también que si bien los vientos alisios son un ciclo natural, su reciente intensificación se relaciona también con el calentamiento de la atmósfera.
“La pérdida de tierra en el Pacífico es una imagen totémica del cambio climático, residentes de naciones a baja altitud ven incursiones del mar donde antes no ocurrían y culpan a la quema de combustibles fósiles. El estudio muestra que el tema es más complejo que eso, pero también contiene una grave advertencia”, consignó el diario británico The Guardian.
De acuerdo con Albert, “estas observaciones son una advertencia sobre cosas por venir, al margen de si el cambio climático fue el solo factor o hubo una gama de factores”.
El impacto del cambio climático está en el centro de muchos debates, incluso en torno a las posibilidades de que el incremento de temperaturas acelere el derretimiento de glaciares en los círculos árticos.
Un reciente reporte recogido por The Washington Post consignó el derretimiento de glaciares submarinos en Groenlandia y el continente Antártico, literalmente fuera de la vista humana.
De acuerdo con la descripción del diario, Groenlandia “es una enorme capa de hielo, capaz de elevar los niveles del mar por unos 20 pies (seis metros) si de alguna forma se derritieran y sus aguas llegaran al océano. Afortunadamente no puede ocurrir de forma tan repentina (…)”.
El reporte sin embargo se refiere a un glaciar llamado Rink, de 5.5 kilómetros de ancho y que de acuerdo con los investigadores está lejos de ser el más grande de los 200 de su tipo que se han identificado en esa enorme isla.
De hecho, Groenlandia está en el centro de otro fenómeno con impacto global. Entre los factores que afectan el ritmo de derretimiento del hielo en Groenlandia están en los cambios atmosféricos que llevan a que sistemas de alta presión permanezcan estacionarios sobre un solo lugar y con un efecto de estabilidad climática, que en el caso de Groenlandia conlleva la posibilidad de atraer aire cálido.
El fenómeno es producido a su vez por el derretimiento de hielo en el Artico, un hecho que de acuerdo con un reporte consignado en la International Journal of Climatology (Revista Internacional de Climatología) se ha hecho cada vez más frecuente.
El impacto del fenómeno ha sido a lo largo y ancho del Atlántico Norte pero no sólo ahí.
En el continente Antártico el llamado Glaciar Totten, un enorme bloque de hielo que mide alrededor de 150 kilómetros de largo por unos 34 de ancho y que a falta de mejor descripción podría ser definida como un “tapón” para la mayor masa de agua congelada conocida, de un tamaño estimado de 423,970 kilómetros cuadrados, similar al del estado de California o poco más grande que los estados mexicanos de Chihuahua y Coahuila juntos.
El hielo de ese glaciar alcanza espesores de casi 40 kilómetros, de acuerdo con cifras usadas en la revista Nature. Si ese volumen se derritiera, advirtió la publicación, el nivel del mar subiría tanto como 13 pies (3.9 metros).
De acuerdo con estudios citados por National Geographic, “en los últimos cien años el nivel medio global del mar (Global Mean Sea Level), aumentó entre cuatro y ocho pulgadas (de diez a 20 centímetros). Sin embargo, la tasa anual de aumento los últimos 20 años ha sido de 0.13 pulgadas (3.2 milímetros) anuales, unas dos veces el promedio de los 80 años precedentes”.
La misma publicación consignó que el problema no sólo afecta a islas más o menos remotas, sino a países enteros que como las Islas Maldivas pueden quedar totalmente bajo el agua antes del año 2100.
Reportes científicos consignan por ejemplo que si el nivel del océano crece entre 0.8 y dos metros, para fines de siglo muchas ciudades costeras se verán anegadas.
National Geographic advirtió que proyecciones más alarmistas, que incluirían eñ completo derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia, elevarían siete metros el nivel del mar, “suficiente para sumergir Londres”.
Naciones costeras como Bangladesh serían devastadas, y si las islas del Pacífico o del Índico son relativamente poco pobladas, la nación bangladeshí tiene actualmente 150 millones de habitantes.
El experto holandés Henk Ovink, considerado como uno de los principales expertos del mundo en el alza de niveles del mar y actualmente Enviado Especial de Holanda para Asuntos Internacionales de Agua, auguró incluso que la ciudad de Miami puede convertirse en una “Nueva Atlántida”, en referencia al legendario reino sumergido en el océano.
El grupo EcoWatch señaló por su parte que “el aumento del nivel de mar es causado por la expansión termal (cuando el agua se calienta sube), lo que derrite glaciares y capas de hielo polares, y la pérdida de hielo de Groenlandia y la Antártida occidental es causada por el cambio climático”.
Para los países isleños del Pacífico Sur o del océano Indico el tema es una realidad brutal. Una decena de naciones archipiélago y miles de islas coralinas pueden desaparecer en un período de tiempo que va de entre 20 años según los augurios más alarmistas, a 80 según proyecciones más optimistas y un poco más, en el mejor de los casos.
Pero el aumento del nivel del agua, para países que como las Maldivas tienen una elevación promedio de 1.5 metros sobre el nivel del mar, es una cuestión de vida o muerte.
FUENTE: EXCELSIOR