El enfrentamiento ocurrido el domingo en Oaxaca, que dejó al menos nueve muertos, es un recordatorio de la debilidad del Estado de Derecho en México, de acuerdo con especialistas consultados por Bloomberg. El medio especializado en negocios destacó que desde que se aprobó la Reforma Educativa, los choques con los maestros nunca habían sido tan violentos y añadió que este tema no es el único desafío del Presidente Enrique Peña Nieto. La débil postura en materia de corrupción y la inestabilidad de la moneda mexicana también le han hecho perder capital político a él y a su partido, el PRI, que está en riesgo de ser derrotado por el PAN o Morena en las elecciones presidenciales de 2018.
La débil postura del Presidente Enrique Peña Nieto en materia de corrupción le ha hecho perder capital político, pero la matanza ocurrida el fin de semana en Oaxaca es un recordatorio de la debilidad que enfrenta el Estado de Derecho en México y que pone en duda la capacidad de negociación del Ejecutivo, coinciden analistas consultados por Bloomberg.
Explosiones, saqueos y disparos sacudieron la comunidad de Nochixtlán, Oaxaca, que el domingo 19 de junio vivió un ambiente de tensión similar a 2006, cuando docentes protestaron por casi cinco meses para exigir mejoras salariales.
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Esta vez, el conflicto generado por la oposición a la Reforma Educativa cobró la vida de al menos nueve personas, según cifras oficiales, aunque los docentes hablan de 10, y dejó más de un centenar de heridos entre policías, maestros y otros civiles.
Los enfrentamientos se produjeron tras el operativo policial conjunto de fuerzas estatales y federales para retirar el bloqueo de la autopista México-Oaxaca.
Los conflictos con los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) no son el único desafío del Presidente, también están los reclamos de ciudadanos y empresarios por la llamada Ley 3de3. Además, ayer se sumaron los médicos y enfermeras que salieron a las calles para protestar contra las nuevas normas en materia de salud.
“Últimamente poco le ha ido bien al Presidente de México, Enrique Peña Nieto. El enfrentamiento mortal del domingo entre la policía y la unión sindical disidente que protestaba por las reformas en educación es el último recordatorio de la debilidad del Estado y los desafíos que enfrenta su administración”, destacóBloomberg en una nota firmada por Eric Martin y Nacha Cattan.
De acuerdo con el medio especializado en negocios, los enfrentamientos con los maestros nunca habían sido tan violentos como el pasado fin de semana.
“Las manifestaciones más recientes estallaron después que la policía detuvo a algunos líderes de la CNTE, diciendo que financiaban ilegalmente protestas contra el Gobierno en los últimos años, lo que llevó al grupo a intensificar sus manifestaciones para exigir su liberación”, detalló el medio.
Ayer, luego de más de cinco horas reunidos, el Gobierno federal y los maestros opositores a la Reforma Educativa no alcanzaron acuerdos en la mesa de diálogo que sostuvieron en las instalaciones de la Secretaría de Gobernación (Segob), por lo que acordaron otra junta para el próximo lunes.
Al ser cuestionado por medios de comunicación de si estaría dispuesto a cambiar la Reforma Educativa, el titular de la Segob, Miguel Ángel Osorio Chong, no se quiso comprometer. “No nos toca a nosotros modificar ni crear leyes, eso le toca al poder Legislativo. A nosotros nos toca buscar puntos de encuentro”, agregó.
Sobre los hechos en Nochixtlán, Osorio aseguró que serán investigados a fondo y resaltó que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) será copartícipe de las indagatorias.
Respecto a las aprehensiones de integrantes de la CNTE, el funcionario dijo que no se entró al tema “de ninguna suspensión, de detención, no entramos a temas de detalle”.
Osorio calificó la reunión como un “paso fundamental” y “afortunado” para tratar el conflicto magisterial surgido tras la implementación de la Reforma Educativa.
Pero el tema de Nochixtlán no es el único que pone en aprietos la Administración de Peña. Bloomberg recordó que el partido del Presidente, el Revolucionario Institucional (PRI), fue expulsado de las gubernaturas en cuatro estados que eran sus principales bastiones. Además, fue su partido el que diluyó un proyecto de ley contra la corrupción.
El martes, empresarios y ciudadanos pidieron al Presidente compromiso contra la corrupción y plantearon la necesidad de vetar algunas de las disposiciones contenidas en la Ley 3de3 que harían inoperante la implementación del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) antes de que sea promulgada en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
La recepción a empresarios no formaba parte de la agenda pública del Ejecutivo pero se dio en un contexto en el cual este sector ha manifestado su rechazo a cierto contenido de la Ley 3de3.
Durante una reunión celebrada en la residencia oficial de Los Pinos, los presidentes del Concejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón Castañón y Gustavo de Hoyos Walther de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), expresaron los errores de los artículos 29 y 32 de la Ley General de Responsabilidades Administrativas y lo inoperable que resultaría la declaración fiscal, patrimonial y de intereses de dueños y de los trabajadores de las empresas, así como de los becarios y beneficiarios de los programas gubernamentales, que más allá de lograr transparencia, llevaría a la incertidumbre jurídica.
En la Ley 3de3, aprobada la madrugada del miércoles 15 de junio en sesión extraordinaria del Pleno en el Senado de la República, se exige a todos los particulares que reciban recursos gubernamentales rendir sus declaraciones patrimonial, fiscal y de intereses.
El dictamen aprobado fue propuesto por el PRI y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en abril pasado como una versión diferente a la iniciativa ciudadana presentada para esa legislación, la cual fue respaldada por 634 mil firmas.
La iniciativa respaldada por los ciudadanos proponía definir claramente la corrupción, a partir de 10 tipos de conductas ilegales. Además, buscaba rediseñar el Sistema de Responsabilidades de los servidores públicos y planteaba sanciones a particulares en hechos de corrupción.
“Las elecciones y las críticas sobre el proyecto de ley contra la corrupción debilitan la Presidencia de Peña Nieto, e incluso provocan una falta de disciplina en su partido”, dijo a Bloomberg José Antonio Crespo, analista político del Centro de Investigación y Docencia Económica en la Ciudad de México. “Esto complica su administración y su capacidad para llevar a cabo cualquier cambio en los próximos dos años”, añadió.
Con la promesa de reducir el crimen y estimular el crecimiento económico, Peña Nieto, de 49 años de edad, regresó al PRI al poder en 2012 con más del 38 por ciento de los votos, superando al segundo puesto por más de seis puntos porcentuales en una carrera con tres contendientes principales.
“Peña Nieto ha perdido capital político”, dijo al diario Marco Oviedo, economista jefe de Barclays Plc México. “La población ya no lo apoya en la misma forma que lo hicieron en 2012”, puntualizó.
En materia económica tampoco hay buenas noticias. El desplome de los precios del petróleo en el inicio del año llevó a un debilitamiento del peso. El resultado de todo esto: la popularidad de Peña Nieto se encuentra ahora en un 35 por ciento, de acuerdo con una encuesta de GEA-ISA publicada el miércoles. Este es su nivel más bajo desde que asumió la Presidencia y una caída de nueve puntos porcentuales respecto al primer trimestre.
“La encuesta GEA-ISA muestra a Peña Nieto con menos apoyo que su antecesor, Felipe Calderón Hinojosa, [quien enfrentó] los momentos más débiles de su Presidencia”, expuso el medio.
De acuerdo con Bloomberg, la pérdida de poder de negociación de Peña Nieto aumenta el riesgo de que el Partido Acción Nacional (PAN) tenga éxito en las elecciones de 2018.
Bloomberg indicó que la oficina de prensa del mandatario declinó hacer comentarios de inmediato cuando se le preguntó sobre la encuesta y los acontecimientos recientes en Oaxaca.
Las consecuencias políticas para el partido de Peña Nieto desembocó en la renuncia de Manlio Fabio Beltrones, quien encabezó el PRI durante los últimos 10 meses. El político citó la derrota del tricolor en las elecciones del 5 de junio y la necesidad de moverse en una nueva dirección.
La publicación señaló que este mes se vio el resurgimiento del PAN y un salto en el interés de los votantes mexicanos por nuevo partido populista, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), cuyo icono, Andrés Manuel López Obrador, no presagia nada bueno para el PRI, a pesar de que a la próxima elección presidencial le faltan dos años.
“Este último ciclo electoral [tuvo] más de un rechazo de este Gobierno [Peña Nieto] y del PRI”, dijo a Bloomberg Tony Garza, ex Embajador de Estados Unidos en México que ahora es un abogado con White & Case LLP en la capital del país. “Este gobierno va a tener que hacer algo para enfrentar el problema de la corrupción”, aseguró.
Fuente: Sin embargo
