Cuando se trata de ver pornografía, lo primero que pensamos son imágenes de tipos masturbándose mientras que su pareja no está alrededor. Sin embargo, eso no es necesariamente cierto. En realidad, la pornografía juega un papel demasiado grande en nuestra vida sexual, para aquellos en una relación y para aquellos solteros –y mucho de ello es realmente positivo.
1. La porno puede mejorar la vida sexual de una pareja (o destruirla)
La porno, como muchas cosas en una relación, realmente se trata de la manera en la que dejas que te impacte las cosas, en vez de como lo hará en realidad. «Los hombres tienden a deducir la mayoría de su educación sexual de ver porno y asumir que su pareja quiere tener sexo así –por ejemplo, duro y rápido, cambiando posiciones constantemente, con bastante sexo anal y oral», dice el terapeuta sexual Jacqui Olliver. Pero, a menudo, ésta no es la realidad para sus parejas y terminan por hacerlas querer aplazar el tener sexo.
Esto puede ser una influencia positiva o negativa en las relaciones dependiendo cómo se usa. «Hay muchos hombres que se vuelven dependientes a este tipo de estimulación a tal grado que se vuelven incapaces de responder a la intimidad con sus parejas», dice Wendy Stragr, fundadora de Good Clean Love.
«Por otro lado, hay algunas parejas que escogen cintas pornográficas que son estimulantes para ambos, los permiten excitarse juntos y les da nuevas ideas para incorporar en su propia habitación. Si estás usando porno para reemplazar la intimidad con tu pareja, esto podría ser una señal de un problema más grande», dice Stragr.
2. Necesitan tener una conversación al respecto
Es importante tener una conversación con tu pareja para entender sus preferencias y gustos. Y no asumas que tu pareja no quiere que veas porno, dice Olliver. «Una de mis clientas se molestaba cuando su esposo veía porno sin avisarle porque para ella era muy excitante –¡lo que significaba usualmente una noche de sexo estupendo!», dice Olliver. La comunicación es esencial.
La pornografía se puede usar para estimular una relación, pero cuando se usa como un sustituto de la intimidad con tu pareja, entonces podría estar perjudicando la relación. «Si la porno hace sentir a uno de los dos poco deseable o amado, feo o viejo, entonces la porno puede arriesgar la intimidad. Nadie puede competir con los objetos que se ven en la pantalla porno, ni deberían de competir contra ellos. Si la persona está aumentando su tiempo viendo películas porno, entonces puede volverse adictivo», dice el experto en relaciones y adicciones Thomas Gagliano. Ambos tienen que compartir con el otro la sensación positiva de ver porno.
3. Hace que las parejas hablen
Ya sea que lo ames o lo odies, le temas o te sientas inspirada por ella, la mera existencia de la pornografía genera conversaciones significativas y algunas veces intensas. «Algunas de las conversaciones que provoca la porno en las parejas con las que trabajo incluyen fantasías –lo que les gusta, lo que no les gusta, lo que sueñan pero también lo que está fuera de los límites», dice la sexóloga de Astroglide, la Dra. Jess. Ella dice que la porno puede abrir la discusión a posiciones que quieran probar, actos sexuales (como el sexo anal, por ejemplo), o cómo hablar sucio, etc.
La porno puede inspirar a las parejas a probar nuevas cosas, cosas que no sabían que existían o con las que se habían sentido intimidados antes –lo cual puede ser una gran opción para las relaciones estancadas.
4. Puede volverlos abiertos a experimentar
«Mirar porno y el uso de juguetes sexuales ya no es tabú o un acto del que no se puede hablar. La industria de los medios y el entretenimiento, al igual que los avances en tecnología, han hecho la idea algo mainstream. Las parejas que antes sentían presión por la larga distancia ahora no sólo pueden comunicarse virtualmente, además pueden interactuar con el uso de juguetes sexuales conectados; todo se trata de comunicación y conexión constante», dice Vincent Lee, fundador y CEO de vitafun, una mmarca de juguetes sexuales de alta tecnología. Traer porno a la habitación definitivamente tiene sus beneficios, si se hace bien. Siempre y cuando ambos sean completamente honestos y abiertos, pueden haber muchos beneficios de mirar porno y participar juntos. «Usar diferentes juguetes y videos puede ser un medio para que una pareja discuta los temas con los que tal vez se sintieron renuentes de mencionar antes. Siempre y cuando ambos se sientan seguros y confiadas en compartir y explorar, la porno puede ayudar a las parejas a revivir su intimidad».
5. Puede darte más confianza
La pornografía puede hacerte sentir más abierto y libre en la cama, y eso puede conducir a un aumento en confianza y… oh tanta diversión. «Una pareja con la que estoy trabajando dice que hablar sobre porno ha mejorado su seguridad en la cama porque las discusiones francas los han ayudado a aceptar que NO están obligados a verse o a actuar como estrellas porno. Él sentía presión por «desempeñarse» como los hombres en los videos y se sintió aliviado cuando ella le explicó que es exactamente opuesto a lo que quiere en la cama», dice la Dra. Jess. La pornografía puede no ser siempre una buena fuente de educación, pero sí puede inspirar conversaciones educativas para las parejas.
FUENTE: ASK MEN