Los tiempos han cambiado, los roles se han modificado en las familias y en las parejas y así como ellos cocinan y cambian pañales – algo impensado en la época de nuestros abuelos – hoy es muy común que ella gane más dinero que él.Existen discrepancias entre los especialistas acerca de cuánto influye en el vínculo el hecho de que una mujer gane más que el hombre.
Mucho tendrá que ver con la seguridad de ambos, si provienen de familias con una educación machista y de la historia personal de cada quien. Un hombre criado por una mujer independiente, con sus propios ingresos, por ejemplo, seguramente no presentará objeciones si ella es la mayor proveedora del hogar.
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El dinero puede convertirse en eje de disputas de poder porque, a través de él, se juegan mecanismos de dominio y de jerarquía. No obstante ello, si las cuentas de una relación están claras, no tiene porqué ser fuente de problemas, sino de soluciones en el funcionamiento hogareño.
Cuando ganas más dinero que él, es importante que ambos se hagan algunas preguntas:
· ¿Se trata de una situación temporal? La vida es cambio y, en esa impermanencia, habrá períodos en que uno de los 2 gane más que el otro. O consensos en cuanto a la división de roles que así lo requieran. Si estos períodos de “ella gana más” a él lo afectan, es una gran oportunidad para que trabaje los viejos mandatos que trae en su valija emocional, tales como “en casa es el hombre el que paga”. Nunca es tarde para actualizarse a los tiempos que corren.
· ¿Ella utiliza el dinero como una herramienta de manipulación? Así como muchos hombres apelan a su superioridad económica como un mecanismo de control, hay mujeres que hacen lo propio e incluso apelan a cierta velada extorsión en temas como la educación de los hijos. Desenmascarar este mecanismo puede ser iluminador para saber en qué tipo de relación se está y si vale la pena seguir “invirtiendo” en ella.
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· ¿Él se siente disminuido? Muchos hombres ven su autoestima amenazada e incluso su performance sexual disminuida cuando es ella quien se encarga de proveer. En estos casos es imperativo un diálogo sincero acerca de qué está pasando, que cuestiones de fondo se juegan en este sentirse menos, etc.
· ¿Hay conflictos profesionales derivados de este tema? Muchas mujeres – consciente o inconscientemente – deciden limitar su crecimiento laboral por la incomodidad que les genera “trascender” profesionalmente a su pareja. Puede que ella esté autolimitando su desarrollo por algo que ni siquiera genera un conflicto al varón. Echar luz sobre esto es fundamental.
De acuerdo a una reciente encuesta del portal de citas Match.com, en la que participaron 800 usuarios de Latinoamérica, la situación financiera de una potencial pareja casi no aparece como filtro.
Sólo un 7 % de los usuarios manifestó que fuera para ellos algo importante al momento de buscar pareja, siendo aún más irrelevante para los hombres que para las mujeres.
Los usuarios más jóvenes, de entre 18 y 35 años de edad, coincidieron en que la Situación Financiera no importaba (33 %)
Un diálogo franco en la pareja es fundamental para poder llegar a una armonía en la que el dinero deje de ser una variable de poder y se convierta en una vía de concreción de proyectos en común.
Fuente: Eme de mujer
