En Quintana roo el sentimiento de inseguridad entre los ciudadanos no da tregua y vuelve a repuntar. En octubre pasado, la seguridad reportó el nivel de satisfacción más bajo de la encuesta.
Ante la ola de inseguridad que se vive en el Estado de Quintana Roo es urgente que las autoridades de los tres niveles de gobierno aumenten los operativos de seguridad.
Somos testigos de una preocupación seria sobre la seguridad en sus viviendas, vías de comunicación y otros espacios de negocio y convivencia.
Estrechar los lazos de solidaridad entre vecinos, ya que es urgente reconstruir el tejido social y fortalecer la cultura de la legalidad entre todos los miembros de la comunidad.
Lo más irónico es que pese a la alta criminalidad, Quintana Roo recorta gastos en seguridad y justicia aun cuando se recrudece la violencia de los carteles de la droga en el estado
Las ciudades donde sus habitantes mayores de edad las consideraron peligrosas para vivir son Cancún y Playa del Carmen
Pero no solo las ciudades fueron mal evaluadas en el tema de inseguridad, sino también espacios como cajeros automáticos, el transporte público, los bancos y las calles que usualmente los encuestados utilizan para llegar a sus destinos cotidianos.
Los últimos casos demuestran que Quintana Roo ya tocó fondo en la inseguridad y la corrupción.
El estado debe garantizar que el Estado de Derecho sea una realidad y no una excepción, mediante la transparencia total sobre los recursos que manejan; rendición de cuentas, desburocratizar la denuncia ciudadana, depurar la instituciones de seguridad.
El problema tiene entonces su raíz en una corrupción e impunidad que ya no conoce límites. El problema institucional está presente en los tres poderes y en los tres niveles de gobierno. Lo grave es que el estado se ha acostumbrado gradualmente a vivir en la penumbra y la opacidad. Lo cierto es que la corrupción y la inseguridad han llegado ya a niveles inusitados aún para nuestro estado.
Es innecesario llamar a un pacto para superar la crisis de inseguridad y corrupción que vive el estado. Se requieren acciones inmediatas, no reuniones sin resultados.
Se debe de atender los temas de combate sin límite a la corrupción; creación de reglas que impongan a todos los niveles de autoridad la rendición de cuentas y transparencia, y una más para el establecimiento de un nuevo orden policial que rija en todo el estado.
Es importante que los estados y municipios realicen la parte que les corresponde y no dejar toda la responsabilidad al Gobierno de la República.
La suma de esfuerzos entre los tres órdenes de gobierno es como se combate de manera eficaz a la delincuencia.
Es necesario contar con nuevas instalaciones y equipo tecnológico solo así se lograrán mejores y mayores resultados para la ciudadanía en la erradicación de los delitos.
