En síntesis, dos aspirantes proponen un neoliberalismo más eficaz, Meade y Anaya.
López Obrador propone el Estado benefactor rector de la economía. Jaime Rodríguez se presenta como líder caudillista. El serio problema de la inseguridad es planteado desde la confrontación por todos.
En 2007 académicos de la Universidad de Chicago, de donde surgió el neoliberalismo, declararon públicamente que este modelo económico no había funcionado, ni siquiera para Estados Unidos. La experiencia mexicana es más dramática, el neoliberalismo se convirtió en una economía extractiva que benefició a una élite muy reducida, dañando amplios aspectos de la sociedad. Su saldo ha sido un país empobrecido por estar estancado 30 años.
El Estado benefactor y rector de la economía ha demostrado ser muy costoso e ineficaz en muchos casos, México incluido, ya que fue el sistema que tuvo nuestro país durante la mayor parte del siglo XX.
El ejemplo extremo fue el fracaso de la Unión Soviética. China sigue teniendo este modelo, pero ha tenido como eje un elemento que ningún candidato menciona como relevante: la inversión estratégica en educación científica y tecnológica.
El clásico líder audaz, ocurrente, oportunista, pero sin preparación ni ética, ha sido uno de los males de muchos países en vías de desarrollo desde el siglo XIX, simplemente debería ser un recuerdo del pasado.
Todos los aspirantes a la presidencia de la República proponen una estrategia de confrontación contra la delincuencia organizada desde distintos ángulos, pero esto no es lo que ha funcionado. La historia nos enseña que el crimen organizado fue reducido y controlado atacando sus recursos y fuentes de financiamiento a través de tácticas de inteligencia. Investigación a fondo, espionaje y captura de administradores y financieros fue lo que disminuyó este problema, tanto en E.U., Italia y Colombia.
Ninguno de los candidatos plantea un modelo de economía mixta, que es la tendencia en los países del siglo XXI que han logrado una economía inclusiva. Este modelo consiste en que el Estado controla solamente los sectores más estratégicos, con una radical transparencia. Por otra parte, la mayor inversión que hace el Estado es en educación. Los expertos señalan que la economía de esta centuria será un capitalismo intelectual.
Todos esos políticos mencionan la importancia del crecimiento de la industria nacional, ¿pero donde están los ingenieros, científicos y técnicos mexicanos que están inventando nuestros propios automóviles? ¿o nuestras computadoras nacionales?
Las democracias de este nuevo siglo se están construyendo sobre bases científicas pero también con más conocimiento del bien común y del medio ambiente, estas sociedades solo se alcanzan con mucha educación. Ninguno de los candidatos parece ver esto, porque sus mentes están en el siglo XX. En el fondo siguen siendo élites extractivas, eso demuestran sus argumentos y propuestas.