No hay plazo que no llegue y tiempo que no se cumpla reza un refrán popular, ante esta máxima hay preocupación en la oficina del senador Félix González Canto, donde ya se prepara su coartada para que el exgobernador deje las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y se pase a la militancia del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
De buena fuente, se dice que en el PRI Félix González ya no tiene espacio, pues busca ser candidato plurinominal a una diputación federal, para seguir gozando del fuero constitucional y tratar así de evadir la justicia, pues los presuntos delitos de peculado u de enriquecimiento ilícito aun no prescriben.
El senador nunca ha sido del agrado del grupo político del Presidente de la República, pues no le perdonan la derrota de tres a uno en las elecciones del 2012 cuando competía por el cargo que ahora ostenta, pero que no apoyó a Enrique Peña Nieto y ahí es donde Andrés Manuel López Obrador ganó tres a uno en esas elecciones federales.
Por ya no sentirse protegido por el PRI, Félix busca el cobijo del partido del senador con licencia, Jorge Emilio González Martínez, con quien no solamente tiene vínculos de apellido, sino también algunos negocios que hicieron cuando el primero fue gobernador del estado (2005-2011), y quienes determinaron que el candidato a gobernador fuera Mauricio Góngora Escalante y no José Luis Toledo Medina, que era el alfil de Roberto Borge Angulo.
Y no es para menos, ahora las investigaciones de la Fiscalía General del Estado van enfocadas a la administración del exgobernador González Canto, pero por ahora se quedarán con las ganas de aplicar las leyes, pues el senador goza del fuero; pero si existe un tercero interesado en demandar el desafuero, pues se empezará el camino tortuoso de la burocracia a ver si el Senado toma en cuenta la petición.
De hecho, la reforma presentada por esta legislatura local, al Código Penal del Estado Libre y Soberano de Quintana Roo, se establece una sanción de dos a 14 años de prisión y de 100 a 150 días multa, a quien cometa el delito de peculado, pero como la ley no es retroactiva, podría ser de uno de diez años de prisión en caso de comprobarle algo al exgobernador.
En este sentido, habrá una nueva casta de políticos, que aunque estuvieron ligados a las dos administraciones estatales pasadas, ahora negarán haberlo hecho, porque así conviene a sus intereses; el PRI aunque no está muerto, con estos golpes difícilmente alcance a conquistar nuevos espacios en Quintana Roo y a ganar el terreno perdido. Se tienen que reinventar.
SASCAB
Lo que sucede en Solidaridad es digno de ser tomado en cuenta, las amenazas contra el grupo gobernante “por no respetar los acuerdos” debe ser atraído por la Secretaría de Gobernación; pues por los errores de la presidenta Cristina Torres Gómez no se debe poner en riesgo a la población, mucho menos al destino turístico del cual vivimos todos.