Uno de los grandes fracasos de nuestra democracia es que los partidos políticos de oposición que han llegado al poder han sido incapaces de hacer la menor transformación en nuestro sistema político anacrónico, ineficaz y corrupto, con cada vez mayores consecuencias.
Los dos sexenios del PAN son la prueba mas evidente, pero también lo es el caso Ayotzinapa, personajes que logran llegar a cargos públicos a pesar de tener un procedencia muy dudosa, gobiernos vinculados al crimen organizado, policía al servicio de los delincuentes, decisiones políticas represivas y contrarias a todo Estado de Derecho como en los peores tiempos de los gobiernos priistas, pero con las siglas del PRD.
Ni la derecha democrática, ni la izquierda progresista han logrado cambiar la esencia del Sistema, las consecuencias han sido el enorme desencanto de la gente en los partidos políticos y en nuestra incipiente democracia.
Mientras no se empiece a realizar una autentica transformación en ese sentido seguirán habiendo victimas, en algunos casos muy graves como el terrible crimen de Ayotzinapa. Pero el principal responsable no es el gobierno perredista, o el Estado en general o Peña Nieto en particular, es nuestra resistencia a desechar todo nuestro sistema y crear uno nuevo.
Mientras no entendamos esto México seguirá retrasándose, el crimen organizado seguirá dominando, la administración pública seguirá sirviendo para el enriquecimiento de una élite irresponsable, nuestra democracia seguirá disminuyendo y los crímenes políticos seguirán impunes.
La oposición al obtener el poder ha preferido experimentarlo, disfrutarlo y moderadamente usarlo para cambiar algunas cosas superficialmente, pero no para disminuir el exceso de poder que acumula nuestro sistema, ni para sentar las bases de uno nuevo sustentado en la educación, la producción y distribución de riqueza y en la democracia. Esta decisión ha hecho un gran daño al país, si la oposición no entiende esto y no cambia su forma de gobernar va a retrasar gravemente nuestro avance, los mexicanos no merecemos esto.