Jorge González Durán.- ¿Blindaje electoral?
La democracia no se agota en las elecciones. Pero en un régimen democrático, como de algún a manera es el nuestro, las elecciones constituyen un instrumento insubstituible para darle salud a la vida pública.
Las elecciones son la prueba de fuego de un sistema democrático. Sin elecciones libres y transparentes la democracia se convierte en un embuste o en una mascarada.
El martes seis de octubre del año pasado comenzó el proceso electoral federal en el que se renovará la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. Asimismo, se llevarán a cabo 18 elecciones locales -nueve para gobernador-, y se elegirán 903 presidencias municipales y 639 diputaciones locales.
La importancia del proceso electoral que ya se ha iniciado lo marcan estos números:
66 Integrantes de la Asamblea Legislativa del DF serán renovados.
16Delegaciones capitalinas cambiarán titular.
9 Estados tendrán cambio de gobernador
903 Municipios renovarán a su titular del Gobierno
639 Diputados locales serán electos
La importancia del proceso electoral que ya se ha iniciado lo marcan también estos números: Durante los comicios federal y locales se instalarán 152 mil 512 casillas, 90 mil 42 serán bajo la modalidad de casilla única, mientras que las otras 60 mil 470 serán para la elección de diputados en los 15 estados sin comicios concurrentes.
Las elecciones de junio de este año, según la nueva ley de la materia, pretenden ser más equitativas y transparentes. Cuando menos eso se dice.
Pero se ha dicho siempre. Y no siempre se ha cumplido.
El Instituto Nacional Electoral tiene en esta ocasión, se dice también, nuevas y mejores facultades para fiscalizar el buen manejo que se le asigna a los partidos y a los candidatos.
Se dice, asimismo, que en este proceso ya iniciado existen los blindajes necesarios para que los candidatos no respondan a los intereses de grupos delincuenciales y para que las mafias tampoco financien campañas. Se dice que ya existen nuevos mecanismos para monitorear la publicidad y la información sobre las campañas. Se dice que los nuevos Consejeros Electorales no responderán a los intereses de los partidos que los propusieron, sino que trabajarán en defensa de los intereses ciudadanos. Se dice que ya se acabaron las cuotas partidistas en el seno de los organismos electorales. Se dice que los candidatos estarán sujetos a severos escrutinios para evitar que lleguen a cargos de elección popular personeros de la delincuencia.
En fin, se dicen tantas cosas. Pero en las elecciones la voz que marcará el rumbo es la gente.