Bodas gay: lo que viene y lo que falta
EN ÓRBITA
Por Marcelo Salinas
Cancún está diversificando con intensidad su oferta turística con motivo del nuevo huso horario, que permite más actividades con luz natural…
Cancún está diversificando con intensidad su oferta turística con motivo del nuevo huso horario, que permite más actividades con luz natural, así como por la competencia incipiente que representan otros destinos como Cuba tras su paulatina apertura. Son al menos dos motivos de coyuntura, aun cuando la estrategia responde a múltiples factores.
Antes, las acciones de mitigación se reforzaban en épocas de crisis o durante las temporadas bajas, pero ahora se ejecutan cuando se alza como líder indiscutible en América Latina. Ya no hay conformismo ni autocomplacencia, lo cual ha sido un acierto valioso de quienes conducen la política del sector.
El ejemplo más fresco: tras conocerse que el Registro Civil de Cancún posee los formatos especiales para que dos personas del mismo sexo puedan casarse, la noticia se replicó con impresionante rapidez en las redes sociales, sobre todo en cuentas ubicadas en esta ciudad.
Para muchos simboliza un “acto de justicia”, aunque en realidad significa mucho más: es comenzar a detonar un segmento que promete una derrama económica nunca vista. De hecho ya representa un mercado importante para Quintana Roo, con siete hoteles exclusivos para los miembros de esta comunidad, casi todos localizados en Cancún, un “destino gay friendly”. Esta condición le permite mantenerse como sitio preferido de México por la denominada comunidad LGBT del mundo, junto con el Distrito Federal y Puerto Vallarta.
Los expertos en la materia han sostenido que su derrama económica rebasa los mil dólares por persona; es decir, hasta 50 por ciento más elevada que la dejada por los visitantes tradicionales, ya que los primeros ostentan un nivel adquisitivo mucho mayor, pues su dinero lo utilizan más en divertirse, como pasear, comprar o consumir.
Todo esto supone que se intensificarán las campañas para atraer a más turistas de este mercado ahora sin mayores restricciones, recurriendo a ferias internacionales, comerciales televisivos y radiofónicos, así como a publicaciones especializadas.
El contexto de por sí es prometedor: Cancún ha mantenido un crecimiento promedio anual de 20 por ciento en el turismo de bodas tradicionales, que lo sitúa como líder en el Caribe junto con Jamaica y Bahamas, gracias a que las autoridades y los turisteros han sabido vender actividades de gran calidad en torno a las ceremonias, en un ambiente seguro y en las mejores playas de la región. Entre Cancún y Riviera Maya concentran el 90 por ciento de los más de 35 mil enlaces de parejas estadounidenses (los principales visitantes) realizados en México cada año, de acuerdo con un reporte reciente del departamento de investigación The Knot Market Intelligence.
Con todo eso a favor en el ámbito de las tradicionales, también es momento de conquistar a un colectivo que agrupa a unos 12 millones de latinoamericanos y aproximadamente a 15 millones de europeos (calcula la consultora Out Now), los otros mercados donde la marca Caribe mexicano se posiciona con eficacia.
Ahora bien, así como son tan importantes la oferta, los recintos exclusivos, la ruta diseñada para esos turistas y los enlaces simbólicos como el maya, lo son un ambiente seguro y, mucho más aun, la no discriminación.
El buen servicio es clave. Se requiere más que buena voluntad para atender en el futuro cercano a miles de turistas exigentes; se necesita, por ejemplo, mayor capacitación, para brindarles atención especial en hoteles, arrendadoras de autos, líneas aéreas o restaurantes. ¿Por qué brindarles trato especial? Por una razón indiscutible: está confirmado que para estos clientes la experiencia grata vale más que cualquier estrategia.
Viene el apogeo de las bodas gay, y quienes se desempeñan en ese ramo, deben estar preparados.