¿Por qué Cancún es el líder turístico? Es una pregunta que antoja respuestas precisas frente a una bonanza generalizada en el Caribe mexicano, cuando tanto la generación de empleos como las inversiones, evidencian un contexto favorable para los próximos años. Revisemos cifras actuales y antecedentes para entender los porqués.
Autoridades y prestadores de servicios alistan las condiciones para la visita de hasta 35 mil estudiantes de Estados Unidos y Canadá, los llamados “springbreakers”, una cantidad superior 10% a la del año pasado y más de 22% a la de 2016. Por supuesto, en un destino con una oferta cada vez más amplia y en constante renovación.
Lo anterior, gracias a la promoción, pero también a la operación sin contratiempos de la terminal 4, cuya pista podría sumarle 9 millones de pasajeros al aeropuerto cada año. Sólo el mes pasado se recibieron 2 millones 172 mil 812, lo cual representa un incremento de 5% respecto al mismo mes de 2017. Cabe recordar que durante todo el año anterior Asur movilizó 23 millones 601 mil 509.
Ello explica en buena parte el aumento de afluencia, ocupación, estadía promedio y derrama económica, con su bondadoso incremento del índice de satisfacción y la tasa de retorno, tras lo cual también ratifica su liderazgo en todo el Caribe.
El presidente Remberto Estrada Barba expuso la importancia, recientemente así: “El turismo es la actividad económica que promueve el desarrollo de Cancún y la principal fuente de empleos. Por eso reitero mi compromiso por impulsar el crecimiento de inversiones, de rutas aéreas y de infraestructura, a fin de que se traduzca en bienestar para los cancunenses”.
Con esos números, no hacerlo sería un “harakiri”. Porque hoy se consolida como punta de lanza de un estado que sale del estancamiento y la crisis, en diversos ámbitos, en que lo dejaron no solo autoridades, también supuestos socios y aliados.
Para consumar los planes mayores de logros en esta materia, deberá retroalimentarse con sitios complementarios de esta misma zona, como el fascinante Puerto Morelos, en pleno desarrollo; la Riviera Maya, reconocida ya mundialmente, o el todavía inexplotado aunque hermoso sur del estado, con Chetumal, Bacalar y Mahahual con tanto por ofrecer.
A fin de cuentas se trata de competir con éxito como región, y de paso, ir cerrando flancos, como la violencia, convertido en el principal desafío por sus efectos colaterales en un paraíso que naturalmente vive de la imagen.
Hasta el momento, Cancún es el líder indiscutible.
