CORRE LA VOZ
Por: Jorge Castro Noriega
Sin animarse –al menos todavía– a dar el paso de abrazar no sólo los colores del PRD para buscar el cargo, sino también ideología, compromisos y convicciones, un ex priísta, Carlos Joaquín González, se registró el sábado ante la cúpula nacional perredista como su candidato a la gubernatura del estado, y este lunes, anunció, lo hará por el lado del aliancistaPAN, con el que tampoco comparte nada más que el mero instinto de conseguir el bastón de mando.
Un ex perredista, Alejandro Alvarado Muro, que renunció a las filas del Sol Azteca en protesta por lo que llamó una “imposición” de la dirigencia nacional al ofrecerle la candidatura a un externo proveniente de otro partido (léase Carlos Joaquín), es también desde el sábado, en incongruente postura con las razones que lo llevaron a abandonar su cuna política, el abanderado del PT para disputar la oficina principal de Palacio de Gobierno.
Ayer, un ex panista de cuestionada lealtad al blanquiazul, Rogelio Márquez Valdivia, a quien la militancia siempre rechazó por, supuestamente, beneficiarse bajo sus siglas para usufructuar cargos públicos y aupar desde adentro el fortalecimiento de la agrupación política nacional Concertación Mexicana de su gran amigo Manuel Espino (su plan era fusionarla conMovimiento Ciudadano para estas elecciones), terminó inscribiéndose como candidato al Gobierno por el central Partido Encuentro Social, cuyo presidente estatal es nada menos que otro ex tricolor, Carlos Mario Villanueva.
Titular de varios cargos en el servicio público y en la docencia en la entidad, calzado con el uniforme tricolor hasta septiembre del año pasado cuando Andrés Manuel López Obrador le otorgó el rimbombante título de “representante de la soberanía nacional” deMorena en Quintana Roo, el muy lauredo doctor José Luis Pech Várguez fue otro de los que pegó el brinco del PRI y a partir de la semana pasada es nada menos que el ariete del “Peje” para abrirse paso hacia la silla que en siete meses dejará vacanteRoberto Borge.
Si bien no ha explicado qué lo orilló a renunciar a su sueño de convertirse en gobernador, ni tampoco ha dicho si brincará a otra trinchera, la carta fuerte del partido Movimiento Ciudadano,Antonio Cervera León, declinó hace unos días a registrarse como candidato. “El Pelón” Cervera ofreció dar a conocer sus motivos, pero hasta la fecha no lo ha hecho y seguimos con el pendiente.
Coordinador del organismo de seguridad civil Ángel Ciudadano, desde donde venía realizando una cruzada de señalamientos sobre corrupción e inseguridad a los gobiernos estatal y municipal de Benito Juárez, el ex presidente de laCoparmex Cancún,Hernán Cordero Galindo, quien precisamente por esa valiente postura integró en torno suyo a un interesante cuanto respetable grupo de la sociedad civil que lo seguía en su trayecto a la candidatura independiente, ayer domingo se politizó finalmente al firmar su registro en el mismo PES de “Marito” Villanueva, junto con Márquez Valdiviahaciendo el “uno-dos”.
Las razones de Cordero para abandonar la causa independiente son las mismas que manifestó el gurú de la política quintanarroense, Jorge Polanco Zapata, cuando renunció hace poco también a la posibilidad de instaurar en Quintana Rooun gobierno al estilo el “Bronco” de Nuevo León, no obstante las amplias posibilidades que ambos tenían por su perfil ciudadano y casi apartidista: Los “candados” de la Ley Electoral, aseguran, son insalvables y hacen imposible la participación por este camino.
Luego entonces, con el PRI haciéndola aún de emoción con sus pactos de unidad y sin candidato oficial hasta después del 24 de febrero, la vía a las candidaturas independientes prácticamente bloqueadas y el resto de los partidos haciendo un revoltijo de figuras difícil de digerir, el electorado quintanarroense tiene frente a sí un panorama bastante complicado para poder elegir a su próximo gobernador. Sobre todo, si lo que más se quiere es que sea auténtico, congruente con sus ideales, de convicciones políticas firmes y lealtades indestructibles.




















